Ubicada en el corazón de Recoleta, Rufino se consolida como un referente en la gastronomía porteña al fusionar tradición e innovación. Este espacio, emplazado en el subsuelo del hotel boutique Mío Buenos Aires, captó la atención de quienes buscan una experiencia culinaria sofisticada, destacándose por su ambiente elegante y una propuesta que reinterpreta los sabores clásicos de la parrilla argentina.
Un ambiente que combina estilo y comodidad
El salón de Rufino invita a disfrutar de una velada única. El diseño interior mezcla elementos modernos con toques cálidos, creando un entorno que equilibra iluminación, música y confort. Dividido en sectores que incluyen boxes íntimos y mesas tradicionales, el espacio garantiza privacidad y comodidad. Además, su barra de cócteles y estantes repletos de vinos seleccionados completan una experiencia que trasciende lo culinario.
El clima relajado y chic del lugar permite que cada visita sea inolvidable, ideal tanto para quienes buscan una cena especial como para quienes desean explorar la rica gastronomía argentina en un entorno exclusivo.
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Una carta que reinventa lo clásico
El menú de Rufino refleja una pasión por los detalles y el respeto por los ingredientes de calidad. La experiencia sorprende con opciones como carpaccio de remolachas asadas con ricota y naranja, un mix de hongos a la chapa, y empanadas fritas de rellenos variados. Los amantes de los sabores intensos pueden disfrutar de chorizo artesanal, morcilla con chucrut y molleja acompañada de un puré de coliflor.
En el apartado principal, las carnes y vegetales a la parrilla son los grandes protagonistas. Entre los platos más destacados se encuentra el costillar cocido a baja temperatura, que ofrece una textura tierna y un sabor que combina lo tradicional con técnicas modernas. Otro imperdible es el osobuco braseado, servido con glaseado de malbec y un puré cremoso de papa, un plato que resume la esencia de Rufino: tradición reinterpretada con maestría.
Opciones vegetarianas como el coliflor asado con yogur y el morrón relleno con quesos y cebolla caramelizada complementan una oferta versátil y pensada para todos los paladares.
Bebidas que elevan la experiencia
La carta de bebidas de Rufino es tan cautivadora como sus platos. Los vinos, cuidadosamente seleccionados y organizados por intensidad, permiten recorrer las principales regiones vitivinícolas de Argentina. Su coctelería de autor, por otro lado, apuesta por reinterpretaciones de clásicos que incorporan frutas tropicales, cítricos y almíbares artesanales. Entre las creaciones más destacadas están el Pasionario, el Argenpisco y el Rufina, ideales para acompañar la experiencia gastronómica.