En una ciudad como Buenos Aires, donde la vida se entrelaza con el río, encontrar un lugar donde disfrutar de una excelente comida frente al majestuoso Río de la Plata es una experiencia que combina lo gastronómico con lo sensorial. En esa búsqueda, emerge un verdadero oasis gastronómico: Enero, ubicado en Av. Costanera Rafael Obligado 7180. Este restaurante, ubicado estratégicamente, se erige como un punto de encuentro para los amantes de la buena mesa y las vistas impresionantes.
Un lugar sofisticado en conexión con la naturaleza
Desde el momento en que se cruza la puerta de Enero, se percibe una atmósfera distinta. El espacio de grandes dimensiones, se despliega con un salón elegante, una barra imponente y amplios ventanales que ofrecen una vista privilegiada al río. Ya sea para una cita romántica o una reunión entre amigos, Enero brinda mesas íntimas y espacios para grupos numerosos. Pero es en su deck aterrazado donde la magia alcanza su máximo esplendor. Aquí, la decoración rústica se fusiona con toques de sofisticación, acompañada por la frescura de plantas tropicales y la cálida luz de lámparas de hilo kraft. Es un espacio que invita al relax, donde el tiempo parece detenerse y el disfrute se convierte en el principal protagonista.
Una carta que se renueva en cada estación
La propuesta gastronómica de Enero es tan cautivadora como su ambiente. La carta, meticulosamente elaborada, fusiona la esencia de la cocina argentina e italiana, creando platos que sorprenden y deleitan a cada bocado. Si bien algunos platos clásicos se mantienen durante todo el año, una parte significativa de la carta se renueva con cada estación, adaptándose a los productos más frescos y de mejor calidad.
Desde las clásicas berenjenas parmiggiana hasta las tentadoras empanadas criollas, las opciones de entrada seducen desde el primer momento. Las ensaladas, frescas y vibrantes, como la ensalada Di Mare, son una explosión de sabores que deleitan el paladar. Y en cuanto a los platos principales, la variedad es igualmente impresionante. Desde las clásicas milanesas hasta platos más elaborados como la chernia a la manteca de eneldo, cada opción es un viaje culinario que no deja indiferente a nadie. Y para los amantes de la pasta, los famosos ñoquis de provoleta grillados son una opción irresistible. El broche de oro lo ponen los postres, con el inigualable volcán de chocolate y el clásico tiramisú como estrellas indiscutibles.
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Una barra que sorprende con sus cócteles de autor
Pero la experiencia en Enero va más allá de la comida. La barra, comandada por el talentoso bartender Emilio Torres, ofrece una selección de cócteles de autor que deslumbran tanto por su sabor como por su presentación. Desde el refrescante Loco Coco hasta la intrigante reinvención del clásico mojito con el Squid Mojito, cada trago es una experiencia única. Y para aquellos que prefieren no consumir alcohol, los mocktails a base de frutas, como el Cucumber Fresh y el She is Sweet and Wild, son una opción refrescante y deliciosa.