Día Nacional del Asado: dónde probar las mejores achuras en Buenos Aires

Este martes 11 de octubre se celebra el día nacional del asado, una de las comidas más importantes de la gastronomía argentina. Enterate dónde probar achuras "fuera de serie".

11 de octubre, 2022 | 18.36

Este martes 11 de octubre se cebra el Día Nacional del Asado, una de las comidas más importantes de la gastronomía argentina. Esta fecha busca celebrar al típico plato no solo por su sabor, sino por el ritual social que supone su preparación en las casas argentinas.

Esta misma fecha coincide con la celebración del día del dulce de leche, otro de los platillos más importantes de la gastronomía nacional. A continuación, un top de cinco de los mejores lugares para probar achuras en Buenos Aires, uno de los componentes del asado más aclamados por los comensales.

Salchicha artesanal con especias

En la parrilla Viejo Patrón de Liniers preparan achuras artesanales de altísima calidad. El alma mater del lugar, Julio Gagliano –uno de los pocos sommeliers de carnes del país–, recomienda pedir la salchicha criolla hecha por el maestro charcutero de la casa. Lleva carne de cerdo, carne vacuna, panceta, ajo y especias frescas como pimienta de cayena, ají y coriandro, que se muelen al momento de la preparación (aportando mucho más sabor). Para continuar, la parrilla propone carnes de animales criados en campo abierto y alimentados a pastura, además de una gran variedad de platos de impronta mediterránea. Dirección: Av. Larrazábal 502 (Liniers). Instagram: @viejopatronrestogrill

Chorizo ahumado

Para probar carnes y achuras ahumadas se puede visitar la parrilla Maiky de Palermo, especialista en esta técnica. Una de las sugerencias de la casa es el chorizo ahumado con astillas de nogal, que es la madera más intensa y la recomendada para carnes de cerdo. Primero queman las astillas a baja temperatura en un horno especial, luego introducen el producto para que se impregne de aromas y sabores, y terminan su cocción en la parrilla. Se puede pedir al plato o en sándwich (con pan casero y chimichurri) y complementar con otras carnes ahumadas, cortes clásicos, parrilladas para compartir, sándwiches y minutas. Dirección: Gorriti 5806 (Palermo). Instagram: @maikyparrilla

Morcilla con toques agridulces

En el restaurante Rufino –escondido dentro del Hotel Mío Buenos Aires– invitan a redescubrir platos clásicos de la cocina argentina por medio de nuevas versiones de autor. Entre carnes asadas de primera línea y vegetales de estación, llaman la atención algunas achuras fuera de serie, como su morcilla criolla. Se sirve en rodajas asadas junto a dos sabrosas preparaciones agridulces: un chucrut de repollo con pasas de arándanos y nueces, y un chutney casero de manzanas y tomates. La cremosidad e intensidad de la morcilla con lo agridulce de la confitura y lo ácido del chucrut generan una sensación única al paladar. Dirección:  Av. Pres. Manuel Quintana 465 (Recoleta). Instagram: @rufinoarg

Mollejas al quebracho colorado

Los amantes del asado seguro se tentarán con la moderna propuesta de Hierro, protagonizada por achuras de calidad con una vuelta de tuerca, carnes maduradas puertas adentro y guarniciones que sorprenden. Para comenzar sobresalen las mollejas de corazón que salen enteras, súper doradas por fuera y cremosas por dentro, con el distintivo sabor de la leña de quebracho colorado y el carbón de quebracho blanco que utilizan para la brasa. Son ideales para compartir y se sirven con tomates a la chapa, morrones asados y chips de ajo frito. Direcciones: Costa Rica 5602 (Palermo) y Boulevard del Mirador 220 (Nordelta). Instagram: @hierronordelta / @hierro.palermo

Chinchulines con menta fresca

En Tigre –específicamente en Rincón de Milberg– se encuentra Granero, un imponente restaurante de estilo rural que destaca por sus sabores honestos y su entorno natural. Además de preparaciones al horno de barro y pastas fatta in casa, su menú tiene una destacada sección de parrilla donde los chinchulines son favoritos. La clave está en su preparación: primero se tiernizan en un caldo de verduras casero y luego se doran en la parrilla, justo antes de servir. Llegan a la mesa en “rueditas” con muy poca grasa, bien crocantes por fuera y suaves por dentro, acompañados por una provenzal de menta fresca. El espacio es ideal para desconectarse del ritmo citadino, con mucho espacio al aire libre y naturaleza. Dirección: Olivares 190, Tigre. Instagram: @granero_milberg

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