Soledad Pastorutti es una de las figuras más populares del panorama musical argentino y por ese motivo hay interés en su vida personal. Se sabe que la intérprete de Brindis y Tren del Cielo se casó con Jeremías Audoglio, quien fue su novio desde sus 19 años, y juntos tienen dos hijas: Antonia y Regina.
Hace algunas semanas, la menor de las niñas fue noticia por su cumpleaños número 11, mientras que la mayor tiene 13. Si bien Pastorutti y Audoglio, ambos oriundo de Arequito, se casaron en 2007, se tomaron su tiempo para ser padres: su primogénita llegó en junio del 2010.
La Sole decidió volverse a vivir a su pueblo natal cuando se convirtió en madre y sus hijas van a la misma escuela que fue ella de pequeña. La cantante siempre hace hincapié en que es posible, con muchos viajes de por medio, llevar adelante una carrera de proyección nacional e internacional y no irse del lugar de uno: Soledad priorizó que la crianza de sus hijas fuera como la que ella y su hermana Natalia tuvieron.
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De ese modo, la vida de Antonia y Regina tiene la tranquilidad que toda vida de un niño en un pueblo de 7 mil habitantes puede tener: el objetivo de La Sole y su esposo está cumplido. En sus redes sociales, la cantante comparte algunos de los momentos familiares que vive con su esposo e hijas, y también con sus padres y la familia de su hermana, ya que viven todos en un mismo predio.
Fuertes palabras de una ex de Luciano Pereyra
"No fue la relación más democrática... El libro igual es una ficción, aunque tiene bastantes cosas mías. Yo dejo de ser modelo por un cáncer, me vengo a Argentina, busco otro trabajo y me pongo de novia con esta persona que me significó un poco lo que era mi padre, un trauma", sostuvo Milca Gili, en diálogo con Intrusos. Y agregó: "Él es así, soberbio e inseguro. Te va anulando. De hecho el libro se llama Oscura porque lo que a mí me pasa es algo que me pasaba con mi padre y que luego repetí como patrón con los novios que tuve. Una especie de resentimiento, de no querer ver brillar al otro. En la relación era un problema si tenía redes, si me maquillaba, que me mandaba a la última fila... Cuando nos mudamos quiso tirar todo, la ropa, los manteles... Cosas que tienen historia".
Soledad Pastorutti, emocionada en Cosquín
"A aquella nena de 15 años que volvió consagrada a Arequito le diría 'el loco de tu viejo no estaba tan loco'. Porque yo en ese momento no tenía idea de lo que era esforzarse, de lo que era una carrera artística. Yo me di cuenta de que este era el camino correcto y decidí seguir con mi carrera artística como diez años después de ese momento. Al principio fue una idea de mi viejo, es un tipo muy especial y algún día deseo que alguien pueda contar toda la historia con todos los detalles porque realmente ha sido de esos papás que todo el mundo quiere tener, al igual que mi mamá. Perdón la emoción", soltó Pastorutti entre lágrimas.