La serie "El amor después del amor" expone diversos momentos relevantes en la vida del músico Fito Páez, entre ellos, detalles acerca de su madre y el trágico asesinato de su abuela y tía. Pero hay un suceso en particular que ha despertado la curiosidad del público: la relación que tuvo con Felipa, la empleada contratada por su padre para cuidar de él cuando era niño.
La serie nos presenta algunas escenas en las que se muestra a Felipa como la trabajadora de la casa encargada de cuidar al pequeño Fito. A través de los ojos de un niño, lo vemos espiarla mientras se cambia de ropa. Sin embargo, la presencia de Felipa desaparece repentinamente después de que ocurre un acontecimiento que cambia para siempre la vida del futuro cantautor.
Después del fallecimiento de su madre, Fito quedó a cargo de su padre, abuela y tía abuela. A medida que crecía, la atención que requería se volvía mayor y por ello su padre decidió buscar ayuda externa en la figura de Felipa. Sin embargo, algo ocurrió que hizo que la confianza depositada en ella se desvaneciera de la noche a la mañana y, posteriormente, se enteró de que había dejado de trabajar en su casa.
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A pesar de que no se nos brinda mayor información acerca de este suceso en la serie, queda claro que tuvo un impacto en la vida y la relación de Fito con sus cuidadores. Al igual que muchos otros aspectos de su trayectoria, este episodio es digno de ser explorado a fondo para entender su influencia en la vida y obra del artista.
Qué dijo Fito sobre Felipa
“Yo he tenido experiencias con Felipa, una chica que me criaba. Un día se puso en pedo y se me subió encima y me violó. Siete, ocho años tendría. Es una situación que podría ser traumática para cualquier niño, porque es un chico violado”, contó hace algunos años en diálogo con Gatopardo. Además, aclaró que lo vivió "con mucha alegría" ya que "tenía una intimidad de amor con ella. Por supuesto que pienso que podría ser una escena muy salvaje; sin embargo, para mí fue un despertar erótico hermoso. Es algo muy serio el sexo. Hay algo que se revela cuando te sacas la camisa. Es: ‘Ah, estábamos en un mundo civilizado, pero en bambalinas sucede esto’. Okey. A mí me gustan las bambalinas".