Los habitantes de tres estados en EE.UU., Virginia, Virginia Occidental y Carolina del Norte se preparan para escuchar un extraño ruido que causa terror entre los habitantes. Millones de cigarras del género Magicicada, conocidas como Generación IX, tras vivir los últimos 17 años bajo tierra, saldrán a la superficie.
Durante los últimos 17 años estuvieron bajo tierra chupando la savia de las raíces de los árboles. Luego, cuando el clima se calienta en su decimoséptimo año, salen a la superficie, escalan los árboles y se despojan de sus exoesqueletos inmaduros.
"Las comunidades y granjas con grandes cantidades de cigarras que emerjan a la vez pueden tener un problema de ruido sustancial", señaló Eric Day, del Departamento de Entomología de la Universidad Virginia Tech. "Con suerte, cualquier molestia por la perturbación se ve atenuada por lo poco frecuente y sorprendente que es este evento".
Aparte de generar un fuerte ruido que puede resultar molesto, las cigarras también representan una amenaza para huertos, criaderos de árboles ornamentales y viñedos de la zona, no porque se los coman, sino por usarlos para su puesta de huevos. La implantación del huevo daña las ramas y las hojas e incluso puede detener el crecimiento o directamente matar a los árboles pequeños y las plantas jóvenes.
Las cigarras no representan peligro para los humanos. A pesar de su gran tamaño, no pican y son en gran medida inofensivas, incluso para perros y gatos. Después de unos meses de volar, aparearse y llenar el bosque con sus canciones ensordecedoras, las cigarras adultas mueren al final del verano.