Terror por la reaparición de la ameba "comecerebros"

La bacteria es muy agresiva y se mete en el sistema de forma silenciosa.

29 de septiembre, 2020 | 19.50

Una vez más la ameba comecerebros volvió a encender las alarmas luego de que se descubriera su presencia en el suministro de agua de ocho ciudades del estado de Texas, en Estados Unidos.

El peligroso microorganismo es conocido por su silencioso y letal ataque, que puede acabar con la vida de una persona en apenas cinco días. La amenaza de la ameba llevó a las autoridades de Texas a emitir una declaración de emergencia para evitar que se reporten más casos, como sucedió en junio en el estado de Florida.

La Comisión de Calidad Ambiental alertó a las ciudades de Lake Jackson, Freeport, Angleton, Brazoria, Richwood, Oyster Creek, Clute y Rosenburg, todas al sureste del estado. El gobernador Greg Abbott aseguró en compañía de las autoridades de Lake Jackson que Texas "enfrenta amenazas significativas para la vida, la salud y la propiedad debido a la contaminación del agua potable".

La perspectiva es preocupante ya que "el impacto de esta amenaza es grave. Los daños potenciales incluyen enfermedad y muerte", agregaron los funcionarios y alertaron a todos. La situación llevó al estado a quedarse sin agua hasta que el sistema hídrico sea completamente saneado y las pruebas pertinente determinen la extinción de la ameba.

Cómo actúa la a ameba comecerebros

La bacteria comecerebros suele encontrarse en aguas cálidas, lagos, ríos y hasta aguas termales, aunque también es posible encontrarla en el suelo. De las muchas que existen, sólo una afecta a los humanos: la Naegleria fowleri.

Su daño es tan severo que en apenas cinco días puede matar a una persona. Los síntomas pueden desarrollarse entre uno y nueve días después de que la ameba ingresa al sistema. Las personas pueden sufrir dolor de cabeza, fiebre, náuseas o vómitos. Además, se puede sentir otras afecciones asociadas como rigidez en el cuello, confusión, falta de atención a las personas y los alrededores, pérdida del equilibrio, convulsiones y alucinaciones.

Los síntomas progresan de forma rápida y en la mayoría de los casos sus efectos son imposibles de detener, llegando a causar la muerto en menos de una semana, según explican los especialistas

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