Este 21 de junio se dio por comenzado el Solsticio de Invierno, un fenómeno astronómico que se caracteriza por ser el día más corto y la noche más larga del año. Cuál es el motivo de su celebración y por qué tiene una duración más corta.
Este martes 21 de junio se dio por finalizado el otoño para darle la bienvenida al invierno. Durante la jornada, la luz solar tiene una duración más corta, por lo que se vivirá la noche más larga del año.
Generalmente suele suceder entre el 20 y 22 de junio de cada año. Como el sol está más alejado, se registrarán temperaturas más bajas y según datos relevados por el Servicio Meteorológico Nacional, advirtieron que este invierno será más frío de lo habitual con temperaturas "inferior a lo normal" durante los próximos meses de junio, julio y agosto.
Por qué se llama Solsticio de Invierno
La palabra solsticio deriva del latín “solstitium”, que significa “el sol se detiene” o "sol quieto", y corresponde al instante en que la posición del Sol en el cielo se encuentra a la mayor distancia angular negativa del ecuador celeste.
Por qué es el día más corto y la noche más larga
Todo se da gracias a la lejanía del sol respecto al hemisferio sur. Allí se disminuye la temperatura media y hay menos cantidad de horas de luz solar sobre esa porción del planeta, por lo que se considera a esta jornada, que da inicio a la temporada de invierno, como el día más corto del año y la noche más larga.
El Solsticio de Invierno en Argentina
Se produjo este martes 21 de junio a las y amaneció a las 6.14 de la mañana. Se trata del día con menor cantidad de luz solar de todo 2022: la duración exacta es de 9 horas y 49 minutos. Por otra parte, la noche ocupará alrededor de 10 horas y 11 minutos, con lo que será la más larga del año.
Por qué se producen los Solsticios
Estos fenómenos ocurren porque el eje de rotación de la Tierra está inclinado unos 23,4 grados respecto a la órbita de la Tierra alrededor del Sol. Esta inclinación es la que provoca las distintas estaciones de nuestro planeta, debido a que los hemisferios norte y sur reciben cantidades desiguales de luz solar a lo largo de un año.
Se produce durante junio, cuando el hemisferio sur ingresa en la estación que experimenta la menor exposición al Sol, con su Polo Sur a mayor distancia de la estrella. Por su parte, el hemisferio norte atraviesa el fenómeno opuesto: el Polo Norte se acerca al Sol y el día es el más largo del año, con la noche más corta.