La naturaleza nos regala, constantemente, sorpresas que pueden ser tomadas para bien o para mal. En este caso, y a 92 años de su descubrimiento, en los últimos días cobró mayor fuerza la presencia de "peces de hielo" en la Antártida. Los mismos poseen "sangre transparente" y eso es lo que tanto llama la atención en los fisiólogos.
"Los peces de hielo pertenecen a una familia que se llama Channichthyidae, y el emblemático es la especie Chaenocephalus aceratus. Es un pez particularmente hermoso. Como en los peces de la familia, la hemoglobina, un pigmento de color rojo que transporta gases a los alveolos pulmonares, está ausente, lo que le da un aspecto transparente", manifestó Esteban Barrera-Oro, director del Proyecto de Ictiología del Instituto Antártico Argentino e investigador del Conicet, en diálogo con La Nación.
A su vez, Barrera-Oro agregó: "La atracción para estudiarlo ha sido al principio el transporte físico de la sangre. Para los fisiólogos era particularmente interesante, y lo sigue siendo". La incertidumbre surge a raíz de la falta de hemoglobina en el organismo de estos peces, y allí yace la duda: ¿cómo es posible que puedan vivir?
Para compensar la falta de hemoglobina, el pez de hielo posee vasos sanguíneos y corazón más grandes que el resto de los peces. Así, puede permitirse bombear una considerable cantidad de sangre a baja presión. Estas adaptaciones están directamente relacionadas a las condiciones del suelo antártico, y es su adecuación la que también causa tanto impacto e interés.
La demanda de hemoglobina baja cuando también lo hace la temperatura del agua, ya que crece la solubilidad del oxígeno
¿Qué ocurre si la temperatura sube? ¿Cómo es posible volver a adecuarse a otra coyuntura diferente? "En la Antártida, la acción del cambio climático ha tenido notables consecuencias, tales como el aumento de la temperatura atmosférica y de la superficial del mar, así como la disminución de la salinidad. Estos cambios en las condiciones físico-químicas podrían traer modificaciones en la conformación de las estructuras de las comunidades de peces de hielo", manifestó Eugenia Moreira, investigadora de Conicet, en diálogo con La Nación.