En las últimas horas, portales brasileños afirmaron que dicho país podría sufrir la llegada de lluvia negra, un fenómeno que aterroriza a la población verdeamarela y mantiene en vilo a Sudamérica. “La humareda de las quemas llega a San Pablo y puede causar una lluvia negra”, aseguraron en el diario Estado de San Pablo, aludiendo a los incendios en el Pantanal brasileño que generaron una extensa cortina de humo que se dirige a la ciudad paulista.
La gigantesca cortina de humo que se generó en el oeste del país llegó a San Pablo, ciudad ubicada en el sudeste. Si caen precipitaciones este fin de semana, la misma podría transformarse en lluvia negra.
Qué es la lluvia negra y por qué tiene este nombre
Sin ir más lejos, el pasado fin de semana la cortina de humo generada en el Pantanal llegó al sureño estado de Rio Grande do Sul, que limita con Uruguay y Argentina. Este Pantanal es la más extensa planicie continental anegada de todo el planeta. Está ubicado en los estados de Mato Grosso y Mato Grosso do Sul. A su vez, también forma parte de Bolivia y Paraguay.
La denominación de "lluvia negra" fue creada en el año 1945: los sobrevivientes de los bombardeos de Hiroshima y Nagazaki llamaron así al estallido generado por la bomba atómica. La misma fue caracterizada por un compuesto pegajoso que cayó sobre las víctimas que intentaban huir de este lamentable episodio.
Japón sufrió la lluvia negra en marzo de 2020
En el mes de marzo, una extraña lluvia causó temor en Saitama. La ciudad de Japón fue testigo de un diluvio de color oscuro que generó revuelo y esta noticia dio vuelta al mundo. La duda se centran en una sola pregunta: ¿Cómo es posible que esto ocurra?
De forma inesperada, esa "lluvia negra" cayó sobre la prefectura de Saitama, el pasado 2 de marzo. Generando temor y preocupación en la población, su coloración fue lo más llamativo. Aparecieron muchas teorías que quisieron darle una explicación a esta precipitación que parecía combinada con hollín.
Los expertos y el público en general comenzaron a evaluar la posibilidad de que fueran supuestas incineraciones de cuerpos infectados por coronavirus, o una lluvia nuclear. También le atribuyeron el episodio al incendio de algún galpón o de la contaminación en sí. Sin embargo, todas estas fueron hipótesis sin comprobar.
Por su parte, la alcaldía de la prefectura aseguró que el análisis radioactivo de ese líquido grisáseo no dejó resultados alarmantes. De todos modos, también manifestaron que se intercambiaron informaciones con la Oficina de Gestión Ambiental. Trabajan para entender lo que ha ocurrido. Sin embargo, aún carecen de respuestas concretas.