La sangre azul existe, tiene un increíble uso y vale millones

Se encuentra en un animal marino y sirve para detectar bacterias.

13 de mayo, 2020 | 12.36

Si bien la sangre azul parecía una metáfora de cuentos de hadas, en verdad sí existe y corre por las venas de los cangrejos herradura ¿Por qué es tan valiosa?

Para ser más precisos, técnicamente se la conoce como "hemolinfa" y no como sangre. Presenta un color azul oscuro debido a su composición, que en vez de cargar hemoglobina lleva hemocianina. El cobre de la estructura de esta sustancia es el responsable de la coloración.

Además de su particular tonalidad, la sangre de este color posee amebocitos, un tipo de célula que funcionan como sistema de defensa y ayudan a curar heridas. Esa misma capacidad sirve para detectar bacterias perjudiciales en prótesis, vacunas y hasta en el espacio.

El descubrimiento de esta propiedad fue realizado por Frederik Bang, en colaboración con el médico hematólogo Jack Levin. Bang estudiaba los animales cuando descubrió que pese a vivir en zonas de alta concentración de bacterias, los cangrejos no morían por infecciones en sus heridas.

Así, realizó varias pruebas con bacterias y todos los animales sobrevivieron. Tras estudiar a uno de ellos descubrió que su sangre se coagulaba con si fuera un flan azul y luego concluyó que el efecto había sido provocado por la reacción a las toxinas de un vibrio, una bacteria clasificada como "Gram-negativa" que difería de las "Gram-positiva" del resto de los especímenes. 

Con ayuda de Levin lograr entender el mecanismo de defensa y esos estudios sirvieron como base para la producción del Lisado Amebocítico del Limulus o LAL, con el que se puede hacer una rápida detección de bacterias en diversas superficies.

Sin embargo, no todo es feliz en esta historia. Todos los años, unos 500 mil cangrejos herradura son capturados en Estados Unidos para extraerles parte de la sangre y luego son devueltos al mar. Según estimaciones, un 15% de ellos termina muriendo debido al proceso. La situación se repite en China y México.

Además, estos animales son utilizados como cebo para pesca y tampoco los favorecen los factores climáticos. Por eso, los especialistas calculan que la población se redujo en un 80% en los últimos 40 años.

 

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