El cielo de la Antartida se tiñó de rosa pese a que en esta época del año, el continente debería atravesar la conocida noche eterna. El extraño fenómeno sucede una vez cada 1000 años y es sorprendente para los pocos habitantes que se encuentran allí.
Los científicos que trabajan en la Antártida capturaron impresionantes fotos de los cielos sobre el continente helado, incluidas las obtenidas por el técnico científico de la Antártida Stuart Shaw, que está estacionado en la Base Scott de Nueva Zelanda durante el invierno. "Por lo general, a mediados de invierno, la Antártida está casi continuamente oscura, excepto por un ligero 'crepúsculo náutico' alrededor del mediodía, lo que significa que el horizonte es apenas visible en buenas condiciones. Pero este año, nos presentaron un gran espectáculo, que tuvo la mayoría del personal de la estación agarrando chaquetas y corriendo afuera con sus cámaras para mirar los colores asombrosos", dijo Shaw en un comunicado del NIWA (National Institute of Water and Atmospheric Research) neozelandés.
Cuál es el motivo por el que la Antartida se volvió rosa
¿Por qué la Antartida se ve rosa? En verdad, el fenómeno se produjo hace 6 meses: todo sucede por los aerosoles remanentes en la estratosfera de la erupción volcánica de Tonga en enero pasado. Shaw advirtió que estaba viendo el mismo efecto en la parte inferior del mundo. La Antártida está a unos 5.000 kilómetros de Nueva Zelanda y a unos 7.000 kilómetros de Tonga.
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El pronosticador de NIWA, Nava Fedaeff, dice que los datos del satélite lidar (radar láser) muestran una gran cantidad de aerosoles en la estratosfera entre 15 y 24 km sobre la Antártida, que no estaban presentes antes de la erupción. "Los aerosoles estratosféricos pueden circular por el globo durante meses después de una erupción volcánica, dispersando y desviando la luz cuando el sol se esconde o sale por el horizonte, creando un resplandor en el cielo con tonos de rosa, azul, púrpura y violeta. Estos crepúsculos volcánicos son conocidos como 'resplandores posteriores', cuyo color e intensidad dependen de la cantidad de neblina y nubosidad a lo largo del camino de la luz que llega a la estratosfera", indicó Fedaeff.
Los aerosoles son en su mayoría partículas de sulfato, pero como se trató de una erupción submarina, es probable que también haya gotas de vapor de agua y sal marina en la mezcla. El volcán ubicado en el archipiélago de Tonga estalló repentinamente el 15 de enero, creando un hongo de cientos de kilómetros, y una explosión se escuchó a 9.000 kilómetros de distancia, en Alaska. También generó un tsunami que sacudió China, Estados Unidos y Sudamérica, causando 2 muertos en Perú, a miles de kilómetros de distancia. Alrededor del volcán se generaron 400.000 rayos. Los científicos creen que tal explosión no ha ocurrido en la Tierra durante al menos 1000 años. Y sus efectos, siete meses después, aún son visibles.