Desde hace unos años, algunos científicos alertan que una "mini edad de hielo" podría ocurrir alrededor de la década de 2030 debido a ciertas anormalidades que suceden con el Sol. Sin embargo, la misma NASA se metió en la discusión para refutar estos vaticinios.
La esperada y probada disminución de la producción de la energía del Sol en las próximas décadas generó todo tipo de teorías catastróficas para la vida en la Tierra. Aun así, la NASA aclaró: si, habrá un "Gran Mínimo Solar", pero no afectará a la Tierra, ya sobrecalentada por el efecto del cambio climático.
A lo largo de su vida útil, el Sol experimenta cambios naturales en la producción de energía. Algunos ocurren durante un período normal de 11 años de pico (muchas manchas solares) y baja actividad (menos manchas solares), que son bastante predecibles, lo que se llama «ciclo solar». Sin embargo, de vez en cuando, nuestro astro se vuelve más silencioso, muestra muchas menos manchas solares y emite menos energía. Este fenómeno es conocido como «Gran Mínimo Solar», y la última vez que sucedió esto, coincidió, efectivamente con la «pequeña edad de hielo» de finales de la Edad Media hasta casi acabado el siglo XIX.
Por ello, algunos científicos han presagiado esta nueva «pequeña edad del hielo». Sin embargo, otros investigadores señalan que esta bajada de las temperaturas solo compensaría tres años de crecimiento actual de la concentración de dióxido de carbono (CO2), que produce el efecto contraro. «Por lo tanto, un nuevo Gran Mínimo Solar solo serviría para compensar unos pocos años de calentamiento causado por las actividades humanas», afirman en un comuicado desde la agencia espacial a través del blog Ask Nasa Climate.
De hecho, el calentamiento causado por las emisiones de gases de efecto invernadero de la quema humana de combustibles fósiles es seis veces mayor que el posible enfriamiento de décadas de un mínimo solar prolongado. Es más, incluso si un Gran Mínimo Solar durara un siglo, las temperaturas globales continuarían elevándose. Y esto ocurre porque el hecho de que se caliente la Tierra no solo depende de la producción de energía del Sol, sino también de lo que hacemos los humanos sobre su superficie. Y, a día de hoy, nuestras emisiones de gases de efecto invernadero son el principal motor de la subida de las temperaturas, indican desde la NASA. Es decir, una nueva «mini edad del hielo» no supondrá demasiada diferencia y ni siquiera ayudará a paliar los fenómenos del cambio climático.