En los últimos meses, el asteroide Oumuamua llamó la atención de muchos por su extraña forma, entre otros misterios que poco a poco comienzan a ser explicados, al menos según los dos nuevos estudios de la revista American Geophysical, una organización sin fines de lucro con 501 de científicos terrestres, atmosféricos, oceánicos, hidrológicos, espaciales y planetarios, que consta de más de 62 mil miembros de 144 países.
Allí se esgrime que este fenómeno natural que apareció en 2017 y que tiene en vilo todavía hoy a cientos de miles de especialistas en el mundo al final no era un cometa, como se había asegurado al principio, ni un asteroide rocoso ni una nave espacial de alguna civilización extraterrestre, sino que es el producto de algún tipo de colisión entre un planeta de composición similar a la de Plutón y otro objeto.
Como resultado de ese choque, un fragmento salió disparado y su trayectoria lo llevó a atravesar este Sistema Solar. De hecho, cuando el objeto entró no tenía esa forma tan peculiar. Entonces, el Sol lo erosionó hasta dejar la aguja que captaron varios telescopios. Ese tipo de efecto cohete se produce en los cometas por la sublimación del hielo, pero a cambio deja una estela que no estaba presente en Oumuamua.
Los investigadores usaron la reflectividad del objeto y la cotejaron con la velocidad para tratar de averiguar qué otros materiales pueden sublimarse de esa forma y proporcionar esta misma consecuencia pero sin dejar una estela: la conclusión a la que arribaron es que se trata de nitrógeno helado.
De esta forma se rechazó la teoría de un astrónomo de Hardvard que sostenía que el "habano" espacial era en verdad una avanzada tecnología alienígena. "Nuestro sistema solar fue visitado recientemente por tecnología alienígena avanzada procedente de una estrella distante", afirmó Abraham "Avi" Loeb, astrónomo israelí y uno de los más destacados de la Universidad de Harvard, meses atrás.
"El Oumuamua es una pieza de tecnología avanzada creada por una civilización alienígena distante", definió sin medias tintas. "Se movía demasiado rápido a lo largo de una órbita extraña y no dejaba rastro de gas o escombros a su paso. Sólo había una explicación concebible: el objeto era una pieza de tecnología avanzada creada por una civilización alienígena distante", aseguró además.
Por qué el asteroide Oumuamua tiene esa forma tan rara
El nitrógeno helado es una sustancia conocida que cubre, por ejemplo, las superficies de Plutón y de Tritón, la luna de Neptuno. Los investigadores calculan que, para cuando rebotó hacia fuera de nuestro Sistema Solar, Oumuamua había perdido ya el 95% de su masa, lo que indica que en el origen era mucho más grande y probablemente ya tenía este aspecto.
Por lo tanto, la radiación solar fue erosionando ese gran pedazo con la forma aplanada (como el agua lo va haciendo con una pastilla de jabón) hasta dejar una pieza alargada y fina de este estilo. Increíble pero real.