A lo largo de la vida, los seres humanos se instruyen sobre fenómenos que no precisamente van de la mano con lo convencional. Con lo natural. Y es por eso que indagan y se encuentran con situaciones que ni la ciencia logra explicar. ¿O en este caso sí? Un estudio de Estados Unidos afirma que los zombis son reales, que existen. No sólo están en las películas, también pueden generarse producto de diferentes condiciones.
David Hughes, profesor de Entomología y Biología en la Universidad Estatal de Pensilvania, en Estados Unidos, en 2013 estudió los escenarios zombis en las hormigas. Y, en diálogo con CNN, aseguró: "Cada organismo que observamos tiene su propio parásito, pero solo una pequeña proporción de ellos ha evolucionado hasta lograr este truco cruel de manipular el comportamiento del huésped que infectan”
Hughes se dispuso a estudiar al ophiocordyceps, un grupo de hongos que habita en Tailandia y que forman esporas que atacan la piel de las hormigas carpinteras. Las mismas crecen en la piel de estos insectos en el lapso de 12 a 18 horas. ¿El resultado? La hormiga comienza a tener comportamientos extraños y abandona su nido. Puede “caminar erráticamente en todo el bosque durante un par de horas”, manifestó el científico.
Una vez que este hecho comienza, la hormiga se dirige hacia una hoja para colgarse y morir en el lapso de seis horas. “El hongo las hace mantenerse colgadas (de la hoja) incluso después de que están muertas”, dijo Hughes, quien aclaró que de la cabeza de las hormigas emanan más esporas que afectan a más integrantes de la especie.
Y es aquí donde yace lo más interesante y curioso para los seres humanos: hasta nosotros podríamos ser afectados por las influencias de los comportamientos de parásitos. No seríamos inmunes. El toxoplasma, que afecta a las ratas, también tiene la capacidad de infectar a los humanos. En algunos países la infección es más elevada que en otros, y allí es donde los científicos evalúan si estas circunstancias podrían trastornar la personalidad de las personas.
Los científicos afirman que podrían afectarnos sin darnos cuenta, según una investigación controvertida que sugiere cambios de la personalidad y de cultura, como la neurosis, y que los mismos podrían estar relacionados a la irrupción en el organismo por parte del toxoplasma gondii. De todos modos, tal y como la CNN aclara, si los parásitos influyeran en los cambios culturales entonces todos seríamos, en parte, zombis.