Un video que muestra a vacas siendo alimentadas con toneladas de bananas en la provincia de Formosa se ha viralizado en las redes sociales. La grabación muestra un problema contundente y que no es nuevo en el país: en la temporada de cultivos del fruto, paradójicamente los precios descienden y la demanda baja.
El resultado son cientos de toneladas de banana que no pueden comercializarse y terminan siendo utilizadas para la alimentación vacuna. "Estamos en plena cosecha y, como cada año, los bajos precios es una situación que nos quebranta, nos perjudica, nos daña", dijo al diario La Nación el director de la Federación Agraria Argentina Pánfilo Ayala.
El precio que le pagan a los productores es de 5 pesos argentinos por kilo, lo que equivale a 1,40 dólares los 22 kilogramos de bananas. "Hay poca demanda en pleno pico de producción", señala Ayala. Los productores están acostumbrado a esta situación, característica de esta temporada, ya que ocurre "prácticamente cada año", según cuenta el director. "Lo que venimos reclamando es políticas públicas para el sector, políticas diferenciadas; son muchas las bananas que hay todavía en chacra", subraya.
"La banana se cultiva para comercializar para la mesa de los argentinos, no para tirarla a las vacas y eso nos duele. Es la fruta más consumida en el país y la tenemos que tirar por falta de comercialización en nuestro país. Eso profundiza el desarraigo de los pueblos rurales", lamenta.
¿Las vacas pueden comer bananas?
Además de la situación económica del sector, ha surgido la pregunta de si es conveniente que el sector vacuno sea alimentado con bananas. "Cualquier animal, especialmente los bovinos (vacas, terneros y novillos), pueden comer tanto bananas como cualquier otra fruta u hortaliza, siempre que no estén contaminadas con tierra ni hongos", señaló a La Nación el veterinario especializado en nutrición animal Aníbal Fernández Mayer, del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
El especialista explicó que "cuando las frutas u hortalizas alcanzan un determinado grado de madurez no se pueden comercializar", por lo que, "antes de arrojarlas a los ríos, arroyos o enterrarlas en el suelo, afectando seriamente al medio ambiente, se pueden transformar exitosamente en carne o leche sin afectar, de ninguna manera, la calidad de estos productos y mucho menos la salud de la gente". (Sputnik)