Hace 41 mil años sucedió el Laschamp, un fenómeno natural que produjo un cambio de polaridad del campo magnético terrestre. Nuevos estudios publicados en la prestigiosa revista Science aseguran que de repetirse un evento similar, podría significar el fin de la civilización tal como se la conoce. Hasta ahora se creía que un fenómeno de esta naturaleza no tendría demasiados efectos negativos.
Un estudio realizado por un equipo internacional de más de 30 investigadores de distintas instituciones y universidades comandado por Alan Cooper, del South Australian Museum de Adelaida analizó qué implicó la inversión de los polos magnéticos de la Tierra que sucedió hace 41.400 años. Importantes cambios ambientales y extinción de especies se encuentra entre las principales consecuencias del Laschamp.
Este estudio fue posible gracias al hallazgo de un impresionante tronco de 60 toneladas de kauri de unos 42.000 años de antigüedad que se conservó casi intacto en un pantano. Se trata de la mayor especie de árbol que existe en Nueva Zelanda, y el ejemplar en cuestión vivió alrededor de 1.700 años, según indican los anillos del mismo.
Laschamp no es el primero ni el único caso de inversión magnética según el registro geológico del planeta, pero sí se sabe que fue uno breve y el más reciente. Además, representa la mejor oportunidad para estudiar las consecuencias de un posible cambio en el campo magnético terrestre. Un evento de estas características causaría diversos problemas en las redes de telecomunicaciones y los equipos electrónicos, pero se desconocía qué podía significar en cuanto a su impacto ambiental.
Con su trabajo, el equipo dirigido por Cooper descubrió un importante aumento en el radiocarbono atmosférico durante el período de debilitamiento de la fuerza del campo magnético que antecedió a la inversión de los polos. Cuando el campo magnético terrestre tenía un 6% del valor actual se produjeron significativas alteraciones en la concentración y circulación del ozono atmosférico. Esto llevó a sustanciales cambios climáticos y ambientales, entre los que se incluye la extinción de especies.
El campo magnético terrestre es la barrera que protege a la humanidad contra la radiación de los vientos solares que atacan a la Tierra desde el espacio exterior. Si no existiera, el planeta no tendría ningún tipo de vegetación, al igual que Marte. Las modificaciones en la temperatura y la circulación del aire a escala global son consecuencias directas de las fluctuaciones del campo magnético terrestre.
Según teorizan los autores del estudio, Laschamp debió parecer el fin del mundo para los humanos primitivos y uno de los motivos por los que los seres humanos buscaron las cuevas como protección ante los cambios que se podían apreciar con cielos repletos de auroras por todo el planeta. También creen que cualquier muestra de arte en exteriores habría sido eliminada por la radiación solar y por eso sería que se produjo la explosión de arte en las cuevas.