La localidad bonaerense de Carhué fue testigo de un fenómeno natural que le da atracción al turismo actualmente suspendido por la pandemia. ¿Qué fue lo que ocurrió? En las costas del Lago Epecuén se cubrió de una nieve de sal que pudo ser fotografiada por testigos de la zona. Este suceso supo aparecer antiguamente, y luego desapareció hasta el año 2012.
Según explicaron las autoridades locales en diálogo con Télam, la situación fue la siguiente: "Antiguamente aparecía, pero luego se retiró debido a la crecida del lago que no tenía tanta concentración de cloruro de sodio, pero desde julio del 2012 volvió a aparecer en nuestra costa”.
“En realidad se debe a las bajas temperaturas que hace que cristalice, pero además se tiene que dar el viento sur o el oeste, es un viento seco y de esa manera saca el cloruro de sodio a la costa”, aseguró Vanesa Nebauer, directora de Turismo de Adolfo Alsina (partido que integra Carhué).
"Amaneció todo blanco, muy lindo, es nuestra nieve por decirlo de alguna manera”, agregó la autoridad local, lamentando que los turistas no puedan observar este fenómeno "único en Sudamérica".
“En este momento el lago Epecuén tiene una graduación de hasta 200 gramos por litro de cloruro de sodio, pero depende de las lluvias y de otros factores”
Manifestando que los minerales que se observan en forma cristalina no se pueden consumir, Nebauer agregó: “Lo que nosotros tenemos es muy parecido al Mar Muerto, es único en Sudamérica, es un humedal salado con aproximadamente 30 minerales con muchas propiedades”.