¿Por qué hay personas que dan "patadas eléctricas"?

Sucede todo el año pero durante la primavera y el verano estas situaciones de descarga son más frecuentes.

29 de septiembre, 2020 | 20.25

Hay personas que dan las denominadas "patadas eléctricas". Sucede todo el año, pero durante la primavera y el verano estas situaciones de descarga son más frecuentes. ¿Por qué? Según los especialistas es por el clima durante estas estaciones. Un clima seco puede llegar a favorecer a que este fenómeno sea más pronunciado que en otros climas del año.

Este hecho se trata de la electricidad estática, que es un fenómeno causado por el desequilibrio entre las cargas positivas y negativas que tienen todos los objetos que hay en el mundo. Algunos materiales son más propensos a las cargas positivas: la piel y el pelo humano, la piel de animales, el cuero, el vidrio, el nylon y la lana, entre otros elementos y texturas. Y, por otra parte, hay otros materiales que inducen a cargas negativas y son aislantes: acrílico, acetato, rayón, poliéster, globos de goma y azufre. Hay además materiales como el algodón, el papel o la madera que no toman carga negativa ni positiva.

“No representan un peligro para la salud de la mayoría de la gente pero el tamaño de la carga en términos de voltaje quizás te sorprenda”, afirma el experto Rhys Phillips. “Se han reportado casos de gente que llega a acumular hasta 15.000 vatios”, cuenta.

"En la Argentina, este fenómeno se está dando con frecuencia por el estado del tiempo que estamos teniendo en toda la región. El aire contiene menos vapor de agua y la electricidad no encuentra salida para liberar la carga. Al quedar acumulada en los cuerpos, no se descarga hasta que entra en contacto con una superficie conductora. Ahí sí se produce la descarga", según reveló TN Ciencia.

Cuando dos cuerpos tienen un chispazo se genera un intercambio de electrones y protones. Así, la electricidad salta de una persona que ha acumulado la carga estática hacia una conductora.

Consejos para no dar ni recibir "patadas"

- Humedecer la casa o la oficina.

- Caminar descalzos o evitar suelas de goma.

- Caminar sin arrastrar los pies.

- Esquivar las alfombras.

- Usar preferentemente ropa de algodón. Evitar la lana.

- Evitar los muebles de metal.

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