Jacobo Winograd, el conocido empresario mediático, participó recientemente del programa Seres Libres, conducido por Gastón Pauls en Crónica HD. Durante la entrevista, el comediante hizo referencia a su adicción al juego, que lo llevó a ganar y perder grandes sumas de dinero en la ruleta de los casinos.
"El que juega por necesidad, pierde por obligación", expresó Winograd en relación a la ludopatía. Según su relato, él fue "la persona que más jugó en la Argentina y la única persona que hizo saltar la banca en el año 1989", pero también reconoció que era un "enfermo del juego". En su juventud, solía pasar doce horas seguidas en el casino de Mar del Plata, soñando con los números de la ruleta.
En una ocasión, Winograd ganó casi 4 millones de dólares en la ruleta y fue noticia en todo el mundo. "Pero yo no hice trampa. Le di plata a la gente para que jugara", aclaró el comediante. Sin embargo, luego de esa experiencia, perdió todo el dinero que había ganado y se endeudó con prestamistas que le exigían el pago a cualquier costo.
La adicción al juego es una enfermedad que puede tener consecuencias devastadoras, según advirtió Winograd en la entrevista. "Hay mucha gente que va a buscar la diaria al casino", señaló, y destacó que los jubilados son uno de los grupos más vulnerables. "El casino tiene tiempo, resto y te espera. No se le puede ganar", remarcó el empresario.
Sin embargo, la historia de Winograd también tiene un lado positivo: su hija Nazarena fue la responsable de que dejara de jugar durante 14 años. "Nunca me enamoré de una mujer, pero sí de mi hija. No me gusta convivir", explicó el comediante, y destacó que ella lo hizo cambiar de actitud. "Extraño la adrenalina del juego", admitió, pero aclaró que ya no juega como antes.
En ese sentido, Winograd dejó un mensaje para las personas que tienen problemas de adicción al juego: "No lo hagan, no jugués. El juego te destruye la vida, psicológicamente y podés perder a tu familia. Hacelo por diversión, un ratito con lo que puedas perder y nada más".
La historia de Jacobo Winograd es un ejemplo de cómo el juego puede convertirse en una adicción que afecta la vida de las personas. A pesar de haber ganado y perdido grandes sumas de dinero en la ruleta, el empresario reconoció que su adicción le causó problemas económicos, emocionales y sociales. Sin embargo, también es un ejemplo de cómo es posible superar esta enfermedad, gracias al amor y el apoyo de las personas cercanas.