En cada visita a Argentina, Máxima Zorreguieta junto a sus hijos y eposo encuentran refugio exclusivo en un lugar soñado: el espectacular Hotel de la Estancia Pilpilcurá, enclavado en las majestuosas tierras de Bariloche, donde lejos de los bullicios urbanos de la capital la familia real tiene su posada.
Este hotel se encuentra situado en una propiedad de 3.000 hectáreas, donde no solo ofrece un entorno impresionante, sino que también alberga alrededor de 200 cabezas de ganado de la prestigiosa raza Hereford. Según revela el libro "Máxima, la construcción de una reina" de Rodolfo Vera Calderón y Paula Galloni, publicado por Penguin Random House, la reina de Países Bajos y su esposo, el rey Guillermo Alejandro, adquirieron esta propiedad en el año 2009.
De acuerdo con los autores, hay un viaje registrado por el diario digital Río Negro en el año 2009 donde los entonces príncipes se hospedaron en la Estancia Pilpilcurá, desatando especulaciones sobre la posible venta de la propiedad de casi 3.000 hectáreas a Martín Zorreguieta, quien habría desembolsado los 3 millones de dólares que valorizaban estas tierras, donde pasta el ganado Hereford.
"Máxima habría viajado para cerrar el acuerdo y dejar todo en manos de Marcela, su tía madrina, la actual encargada de administrar el campo junto a su pareja, Claudia Méndez Casariego, ex nuera del represor Luciano Benjamín Menéndez", asegura el libro.
Además, el relato de los autores se adentra en la construcción del lugar, donde la coordinación de la hostería está a cargo de Valeria Delger, amiga de la realeza y agente de viajes. Detalles más íntimos de la casa revelan que fue erigida por Kevin Wesley, tomando como base un proyecto de Miguel Pertile, quien, aunque no es arquitecto, posee una notable destreza como técnico constructor y dibujante.
Así, la Estancia Pilpilcurá no solo se constituye como un destino de ensueño para la realeza, sino como un espacio donde la naturaleza y el lujo se fusionan en armonía, brindando un refugio exclusivo para aquellos que buscan la serenidad y la belleza de Bariloche.
Las remodelaciones que hizo Máxima Zorreguieta en la estancia de Bariloche
"Es una propiedad bien hecha, con buen gusto. Cuando Máxima la compró, decidió conservarla sin cambios y recién en 2018, cuando sus hijas se hicieron adolescentes decidió renovar el casco y hacer una ampliación. Sumó un quincho y mejoró la acústica de las cinco habitaciones en suite para darles mayor privacidad a sus hijas y a sus visitas", se afirma en el libro.
Y agrega: "Además refaccionó su baño privado y vestidor, y mantuvo intactas las casas que lindan con el casco: una le pertenece a Marcela Cerruti y en la otra se hospedan los guardias reales cada vez que viajan con ellos". Por último, revelaron que el mobiliario de lujo se consiguió en remates de las familias más acaudaladas de la región. Sin embargo, "tras las refacciones el mobiliario fue reemplazado por uno traído exclusivamente de Países Bajos en un container", dicen los autores del libro de la reina de la Holanda.