"Pepito" Cibrián, Esmeralda Mitre y Marta González atravesaron un angustiante momento en medio de una función de la obra teatral que protagonizan, Princesas, 50 años después. Un problema de salud hizo que el desarrollo de la pieza deba detenerse y luego ya no se retomó la función.
"Se nos hace muy difícil continuar la función luego de esto. Pero los invitamos con la entrada a que puedan venir a una nueva función cuando ustedes quieran", expresaron desde el escenario, como pedido de disculpas a todo el público que había asistido a la obra cuya función se vio interrumpida tras el desvanecimiento de una de los espectadores. "Espero sepan comprender", cerraron.
Además, el hijo de Pepe Cibrián y Ana María Campoy se expresó al respecto en sus redes sociales y pronunció: "Anoche, debido a un inconveniente de salud de una de nuestras espectadoras, se tuvo que suspender la función. Quienes tienen las entradas de ayer las pueden cajear y usarlas hoy, mañana o la semana que viene".
El recuerdo de "Pepe" Cibrián de su infancia
Hace algunos meses, el actor y director de teatro se expresó en un programa de Infobae sobre su nacimiento y reflexionó ante el hecho de ser hijo de dos emblemas del espectáculo argentino. "Tuve una infancia muy solitaria. Nací en el 48 en La Habana, de casualidad, y llegamos a la Argentina en el 50 después de una gira de tres años. Papá y mamá llegan y eran dos figuras", comenzó su descargo Cibrián, en diálogo con José María Muscari.
"Vivir toda esa época de oro de los teatros en sus últimos coletazos... Los estrenos eran con centenares de canastos con flores, de actores, de gente", reveló sobre cuánto lo marcó su cercanía al teatro y, en esa misma línea, remató: "Yo terminé mi secundaria y sabía que quería ser protagonista. Tener mucho éxito".
Además, en ese reportaje cruzado, el artista hizo referencia a cómo convive con la mortalidad de ser y asegura que lo lleva con tranquilidad, aunque tiene algunos temores. "A mí lo que me asusta mucho es la decadencia, porque la he vivido en mis padres, ahora en mi tía", reflexionó Cibrián, sobre las afecciones del organismo cuando se llega a edades muy altas. "La muerte no me asusta. Si yo estuviese realmente mal, ya saben que yo me quiero ir. No quiero sufrir la decadencia".