Patricia Sosa volvió a referirse a su enemistad con Valeria Lynch y reveló nuevos detalles sobre los motivos de la pelea tras un vínculo de más de tres años. En su descargo, la intérprete de Aprender a volar hizo alusión a una decisión de su colega en cuanto a la reprogramación de un recital que significó la gota que rebalsó el vaso de su paciencia.
“No tenemos más relación. Aquel episodio famoso fue la gota que rebalsó el vaso. Mi recital no coincidió con el de Valeria, la cosa no fue así. Valeria tenía una fecha y yo otra. Con las chicas como Sandra Mihanovich, Los Pimpinela, Marcela Morelo, Julia Zenko, Elena Roger, nos consultamos, de manera permanente, en función de los recitales que tenemos previstos realizar, ya que contamos, en definitiva, con un público en común”, comenzó su descargo la cantante.
Sosa continuó, en diálogo con DiarioShow, en alusión a la actitud de Valeria en aquel entonces: “En ese momento la única manera de hacer shows era el streaming. Entonces, Valeria tenía una fecha y se le pinchó en plena actuación. Y no tuvo mejor idea que trasladarlo a la fecha en la que yo iba a dar mi show. Me faltaban 6 días y todos los artistas sabemos que la semana anterior al show es la semana de la venta dura”.
“Aparte, yo trabajaba con 15 personas que hacían 9 meses que se encontraban desocupados. En cambio, Valeria lo hacía acompañada, únicamente, de un solo músico. A todo esto, la llamé y le pedí, por favor, que cambiara de fecha. Y me dijo: ‘Sabés que me estás perjudicando mucho, ¿Por qué no lo haces al día siguiente o al otro?’”, siguió la voz de Era un corazón herido. Y cerró: “Realmente, no hubo posibilidad de llegar a un acuerdo. Insisto, fue la gota que rebalsó el vaso. Eso solo no fue el motivo del desencuentro, hay muchos motivos más. Y bueno, entonces, yo decidí alejarme, finalmente, de los lugares que me hacen daño. Me quedo con la gente que me hace bien y que, por lo menos, me quiere”.
Patricia Sosa sobre la poligamia
En el mismo reportaje, Patricia Sosa hizo alusión a cómo ve las relaciones abiertas y si podría incorporar esa dinámica en su vínculo con su marido. “Si Oscar me viene con un planteo de poliamor, yo le rompo la cabeza (risas). Nosotros no estamos para eso y, a su vez, me interesa aclarar que no juzgamos a nadie. Cada uno es dueño de sus libertades individuales. Realmente, nosotros no entendemos este estilo de vida”.