Nazarena Vélez se expresó en sus redes sociales sobre los complejos con su cuerpo que logró derribar y cuánto le costó, y aún le cuesta, aceptar su aspecto físico. La actriz hizo referencia a la inconmensurable exigencia que hay, sobre todo hacia las mujeres, de ser delgadas e hizo saber cuánto la ha afectado durante gran parte de su vida.
“Acá, con mis 47 años mirando cómo se me cae todo y yo sigo sin ganas de mover una pata... Estamos en octubre y veo que arrancó la carrera para llegar bien al verano... Me encanta que la gente se cuide, se priorice y haga cosas para sentirse y verse bien... Pero odio cuando eso se convierte en una obsesión y en lo único que importa”, comenzó su descargo la madre de Barbie Vélez, en alusión a su aceptación de su fisionomía.
Vélez continuó su sincero discurso e hizo alusión a cuán tóxica era su relación con su cuerpo: “Me pasó y me enfermó a un nivel que casi se lleva mi vida. Las marcas, las estrías, la celulitis y los rollos son parte de mi cuerpo; no lo amo pero lo acepto. Y eso hoy me hace vivir un poquito más relajada y feliz”.
“¿Cómo venís con lo que te devuelve el espejo? ¿Te cuidás? ¿Te querés? La sororidad y empatía empieza con nosotras mismas. Cuidate y querete mucho”, cerró la productora teatral.
La emoción de Nazarena Vélez por el casamiento de su hija
Hace algunas semanas, Nazarena Vélez evidenció su movilización, el día anterior al casamiento de Barbie. “Manejo una sensibilidad que no sé qué me pasa, pero por cualquier cosa quiero llorar. Desconocía este nivel de sensibilidad. Hoy fui a la Iglesia un ratito y no sé si me movilizó cosas no qué pero tengo una ansiedad tremenda. Bah, más que ansiedad, sensibilidad. Se me pasan muchas cosas por la cabeza, por el corazón y aparte es una situación hermosa, porque no hay nada más lindo que la etapa que estamos viviendo”, comenzó la celebridad.
“Titi y Barbie dijeron que estoy insoportable. Sí, estoy un poco insoportable. Yo siempre estoy de muy buen humor y ahora estoy como muy pendiente de todo. Mañana me voy muy temprano con Barbie, quiero dejar la ropa, ahora le vine a buscar una camisa básica al Bocha. Estoy en todo”, siguió Vélez y cerró: “Además de todo eso, sí estoy sensible. Se casa la nena, sepan entenderme, soy una gede. A esa criatura la tuve a los 19 años, es la mujer de mi vida. Además de ser mi hija, es mi mejor amiga. Si sigo hablando, me pongo a llorar”.