María Leal dio a conocer que tuvo una larga relación amorosa con una famosa cantante de rock en los 70. Se trató de Sandra MIhanovich, a quien la actriz no nombró pero dejó en claro que se refería a ella al aludir a una canción de su repertorio.
La celebridad se expresó en el programa radial de Catalina Dlugi sobre el momento en que se expresó sobre su sexualidad en televisión, en el ciclo Moria es Moria. "Ella y yo somos compañeras en el trabajo. Nos divertimos mucho juntas. Ella antes de empezar el programa me preguntó si podíamos hablar como hablamos en el teatro y yo le dije que sí", comenzó su descargo Leal sobre cómo Casán logró hacerla hablar sobre algo tan íntimo. "Entonces ahí le dije: ‘Hoy te voy a hacer un regalo porque te lo merecés'. Y conté mi historia", agregó.
"Dios mío, él era todo, no habrá ninguno igual. Lo más guapo, lo más caballero, lo más atorrante. Todo junto en uno", continuó María en alusión a Martín Rodríguez Mentasti, de quien enviudó a los ocho años de matrimonio. La actriz dejó en claro que enamorarse de una mujer fue la única opción después de esa partida. "El tiempo lo cura todo y no lo sabía. La realidad es que eso me ayudó a seguir en carrera en la vida y agradezco que así haya sido", añadió.
El descargo de María Leal sobre su relación con Sandra MIhanovich
María Leal contó la historia pero sin nombrar a Sandra Mihanovich en su discurso: "Yo creo que lo que me pasó frente a su muerte es que entendí que se me presentaban dos opciones: o resignaba mi amorosidad y mi sexualidad o me enamoraba de una mujer", comenzó y se refirió a cuan difícil era llevar adelante una relación lésbica en la década del 70.
"Me enamoré, y a partir de eso descubrí esa otra parte mía. Yo no me di cuenta. La chica canta. Yo estaba destruida porque hacía dos meses que había muerto mi marido. Llegué ahí y la chica empezó a cantar y mi recuerdo es que la miraba y me empezó a molestar el cuerpo", continuó Leal. Y concluyó: "Estuvimos seis años y convivimos. Gracias a Dios, mis hijos iban a un colegio europeo, entonces todo estaba más cuidado. Los terapeutas me decían que tenía que esperar a que los chicos me preguntaran, porque darle información a un chico si no te pregunta es casi una agresión".