Luis Brandoni recibió el alta, ya está en su casa y en breve volverá al teatro

El actor había suspendido las funciones de El acompañamiento tras dar positivo y permanecer en observación médica.

22 de febrero, 2021 | 16.06

Días atrás Luis Brandoni tuvo que ser internado tras confirmarse que había dado positivo de coronavirus. Hospitalizado por prevención, el actor transitó la enfermedad sin complicaciones y hoy ya recibió el alta médica. Se espera que en la brevedad retome las funciones de El acompañamiento, en el Multiteatro Comafi.

La semana pasada, Brandoni -que tiene 80 años, motivo que lo hace persona de riesgo- se internó en el Sanatorio Anchorena de Recoleta para realizarse estudios luego de sufrir síntomas de cansancio y agotamiento físico. Cuando horas más tarde lo hisoparon, el resultado dio positivo y el actor quedó hospitalizado en la institución médica.

“Continuando el plan médico previsto desde el sábado, ahora Beto tuvo su alta sanatorial y ya se encuentra en camino a su casa para completar su recuperación, con mucha ansiedad por regresar lo más pronto posible a su trabajo en el teatro”, expresó el empresario teatral Carlos Rottemberg en declaraciones a Teleshow, sobre el estado de Brandoni.

Cabe destacar que desde su internación, el actor macrista hizo algunas notas radiales, en donde llevó calma a todo su público y manifestando que no desarrolló ningún síntoma preocupante derivado de la enfermedad.  “Perdí el invicto. No tuve síntomas. Pensé que iba a terminar invicto y resultó que no. Nada grave. Estoy internando en este momento. Calculo que mañana estaré en mi casa”, dijo, en diálogo con el ciclo Diego a la tarde de Radio Mitre.

“Ahora me espera otro período más de soledad en mi casa. Toda esta situación de soledad por la pandemia verdaderamente es complicada para la salud de mucha gente y yo no estoy al margen de eso”, agregó, lamentando la suspensión de su obra El acompañamiento, basada en el clásico de Gorostiza.

La historia de El acompañamiento cuenta la vida de Tuco, que trabaja en una metalúrgica y de Sebastián, que tiene un kiosco de cigarrillos y golosinas. Después de una broma que le juega a Tuco un compañero de fábrica (el Mingo) este decide renunciar a su trabajo para dedicarse al canto. Para ello, se encierra en el altillo de su casa, armado con un cuchillo y aislado por completo de su familia, esperando al acompañamiento musical que el Mingo “prometió” mandarle para ensayar y así triunfar en la televisión.