El nacimiento de Ana fue trascendental en la vida de Pampita: luego de su escandalosa separación de Benjamín Vicuña, la modelo volvió a encontrar el amor y a un año de haberse casado con Roberto García Moritán, dio a luz a su primera hija junto a su esposo. Sin dudas, una niña muy deseada y que llegó para "terminar de unir a la gran familia ensamblada que ya eran", según dijo la propia Pampita. Ayer, en una jornada sumamente emotiva, la modelo vivió un gran momento junto a su bebé.
El sábado 18 de diciembre, Pampita reunió a sus familiares y amigos más cercanos para celebrar el bautismo de la pequeña Ana. En una celebración de lo más íntima, la modelo y su esposo tomaron la decisión en conjunto de dar este importante paso en la vida de su hija, ya que ambos son muy religiosos y creen en la importancia de este sacramento en la vida de su bebé.
La ceremonia contó con todos los detalles para volverse memorable y así crear un ambiente cálido para los invitados, ya que se realizó al aire libre y contó con todos los protocolos para cuidar a aquellos que asistieran. Además hubo una lujosa decoración en colores blanco y rosa que invitaban a los presentes a disfrutar de una comida en conjunto luego de la ceremonia en sí. Los souvenirs costaban en un osito de peluche dispuesto en cada asiento de la mesa y una especie de cajitas con la impresión de la imagen de Jesús.
Aunque Pampita no mostró muchos detalles en sus redes sociales, ya que estaba al pendiente de su hija y de los invitados, pero a través del Instagram de los familiares se pudieron conocer los detalles de este gran momento. Así mismo, también se conocieron quién apadrinaron a Ana en este momento de su vida y se trata nada más y nada menos que de Luciana Pizzolorusso y María Carola Carrasco, íntimas amigas de la pareja que oficiaron de madrinas, y Francisco García Moritán y Joaquín Juana como padrinos.
Un arduo proceso
Pese a que hoy en día nada parece grave para Pampita al tener a su hija consigo, el tratamiento al que se sometió para quedar embarazada fue sumamente sacrificado y doloroso, por lo que no pudo pasar por alto este detalle a la hora de contar toda la historia en su reality show Siendo Pampita.
Lo cierto es que la modelo tuvo que inyectarse en el vientre todos los días para estimular a su organismo y que la fertilización funcionara. Un arduo proceso que los hizo enfrentar muchos altibajos, pero que jamás los hizo desistir. "De estos dos años, desde que empezamos a salir vos y yo, el 94 % estuvimos dedicados a la búsqueda de la beba", confesó Moritán en el programa. Sin dudas, un gran deseo en conjunto que lo unió definitivamente.