Natalia Oreiro reapareció para brindar una entrevista alejada del mundo del espectáculo y entre otros temas, realizó una revelación inesperada para todos. Es que la artista expuso que padece una enfermedad neurológica sin cura desde hace más de diez años y se ubica dentro de una minoría que la transita.
Julio Leiva entrevistó a Natalia Oreiro en su ciclo Caja Negra, donde uno de los testimonios que más despertó reacciones es el de su enfermedad. La artista, cuyo último trabajo televisivo fue en el reality show Quién tiene la máscara por Telefe, se sinceró y contó todos los detalles del padecimiento neurológico que tiene.
Se trata de misofonía, una condición que significa un fuerte rechazo a ciertos sonidos repetitivos producidos por otras personas, como son la masticación, el ruido de los cubiertos o el golpe de los dedos. También se lo puede conocer como "odio al ruido". "Tengo un tema con el ruido que me hace daño. Entonces ciertos ruidos me dañan y eso es neurológico", expresó.
"Es difícil de explicar porque no solo un patrón que te diga 'los misofónicos sufrimos de esto y esto'. Si estamos cerca y vos estás haciendo una descarga de ansiedad ya sea con la boca, con la mano, la lapicera, el chicle, la patita, y eso no para, yo empiezo a absorber tu ansiedad", precisó Oreiro. Según reveló, lo tiene desde siempre pero no estaba diagnosticado. "Siempre hacía los exámenes en la dirección porque no podía concentrarme. Era difícil decirle a un compañero 'che, no masques chicle porque me desconcentra o me lastima'", recordó.
Desde hace más de diez años que está diagnosticado como enfermedad neurológica y no tiene cura, de acuerdo al relato de la actriz y conductora que además dijo que nunca encontró las causas. "Sí aprendí a decir lo que me pasa. Me alivió porque dije 'ok, no es de histérica'. A mí no me genera ira, hay gente que, agarro tu caja negra y te la parto en la cabeza si eso pasa. Yo no, por suerte lo controlo", destacó.
Qué es la misofonía, la extraña enfermedad neurológica que tiene Natalia Oreiro
Es el rechazo a los sonidos de la vida cotidiana que pueden generar ansiedad y ataques de pánico. Por ejemplo, escuchar respirar a una persona, masticar chicle, el sonido de la lluvia, el click de una lapicera, voces de niños, golpes de dedos en la mesa, entre otras cosas. "Entre el 7 y el 10% de las personas padecen misofonía, y además hay mucha gente que no sabe que lo tiene, y de repente se está enterando porque yo lo estoy contando. Es algo que me va a acompañar y es parte de mi vida. Es una discapacidad", señaló Natalia Oreiro.
Natalia Oreiro reveló el hecho que la marcó desde la infancia: "Me costó mucho"
Natalia Oreiro se refirió a la gran cantidad de mudanzas que vivió en su infancia y relató el duro proceso de adaptación que sufrió en cada una de ellas. La cantante de hits como Río de la Plata y Tu Veneno reveló cómo fue venir a vivir a Argentina y por qué elige el país como su casa hoy en día.
La protagonista de tiras como Muñeca Brava y Sos Mi vida comenzó su carrera a los 12 años en Uruguay y desde ese momento nunca paró. Después de haber sido paquita de Xuxa, a sus 16 años se mudó a Argentina para continuar con su camino artístico y así creó una carrera musical y actoral que traspasó decenas de fronteras.
"Mi lugar está acá. En el Río de la Plata te diría, porque tengo el corazón uruguayo, pero mi casa es Argentina. Soy feliz acá, con todo el caos", comenzó su descargo Oreiro en diálogo con Julio Leiva en Caja Negra. "Viví el desarraigo desde muy chiquita, con mis abuelos nos fuimos a vivir a España. Tenía a mis padrinos viviendo allí. Eso me marcó mucho, si bien es una cultura bastante cercana, nunca sos de ahí", comentó al revelar que su padre se quedó sin trabajo cuando ella tenía 6 años y se fueron a probar suerte a Málaga.
Oreiro aseguró que fue duro volver a la escuela uruguaya después de haber sido escolarizada en España y reveló que cuando llegó al país europeo hablaba raro para los españoles y cuando volvió a su tierra natal hablaba con tonada española. "Cuando me vine para Argentina también era muy chica y no sufrí esa extrañeza de estar en un lugar distinto, me sentí bien, feliz. Pero dejé a mis padres, a mi hermana, a mi novio de ese momento, dejé el Liceo. Me costó mucho volver a encontrar pertenencia a espacio", comentó la cantante, y dio a conocer que la primera casa que recuerda con el sentimiento de hogar fue una vivienda en Palermo en la que vivió durante 18 años y de la que le costó mucho irse.