Ariel "El Chino" Garcé, recordado exjugador de la Selección Argentina, se animó a hablar de un tema evitado por muchos futbolistas del mundo: la homosexualidad en el fútbol. De forma clara, "El Chino" apoyó a sus pares de la comunidad gay con una certera reflexión: "Hay una mirada muy machista".
Invitado al programa Vuelta y Media (Urbana Play) Garcé -que ahora estudia música y canta desde hace un par de años- habló sobre los prejuicios que aún existen en la esfera patriarcal del fútbol con respecto a los jugadores homosexuales y señaló: “Hay una mirada muy machista. Estuve mucho tiempo en un ambiente demasiado machista, donde hay cosas que nos ponemos a esquivar o ocultar. Si llorás, no jugás. La sensibilidad no va”.
“No podés reconocer que tenés miedo antes de un partido. El técnico en vez de tratarlo, lo saca. Todos tenemos miedo, es parte de la construcción. El miedo por ahí viene de la infancia, de otro momento. Hay que abordarlo para llegar de una manera diferente. Tener herramientas para pararse en esa situación”, profundizó "El Chino" en torno a la estructura de "hombría" con la que forman a los jugadores de fútbol para salir a la cancha.
De forma sincera pero dolorosa, Garcé indicó que la homosexualidad en el fútbol sigue siendo una instancia capaz de enterrarle la trayectoria a un jugador. “No está permitido. No tiene por qué decirlo, pero no está permitido. Ha pasado en algunas partes del mundo, por suerte mucho más”, expresó.
“Quizá por todo esto de las redes, la nueva era y todo... Si decías y te borraban nadie se enteraba. Hoy quizá hay un cierto respaldo. Mostrar tus partes y ser aceptado por el mundo. Así y todo, hay 10 en todo el mundo que dijeron mi elección es esta. Y casi todos los que hablaron son crack en su deporte. ¿Me explico? Porque sino te dicen ‘y encima juega mal’, cerró en su reflexión final sobre este tema.
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El presente de Ariel Garcé como mecánico
Ariel Garcé fue un jugador reconocido en River Plate y en el fútbol argentino por haber estado entre los 23 futbolistas citados por Diego Armando Maradona en el Mundial de Sudáfrica 2010 para la Selección Argentina. Tan llamativa fue la citación del "Chino" que, en el último amistoso del seleccionado argentino previo a la Copa del Mundo en el país africano, la ocurrencia de los fanáticos quedó plasmada en una bandera con dedicatoria al defensor: "Garcé, trae alfajores", se leía en el trapo celeste y blanco. Incluso, fue uno de los tres convocados que no logró disputar un sólo minuto con la camiseta de Argentina.
Si bien luego del retiro en Atlético Rafaela fue el principal ayudante de campo de Eduardo Coudet durante algunos años, el exmarcador lateral no quiso saber más nada con el fútbol y se dedicó a lo que realmente ama: las motos. El exjugador de Colón de Santa Fe y Rosario Central es mecánico de MotoGP, la competencia más importante en el mundo sobre dos ruedas, donde trabaja desde 2019.
Tanto es su amor por las motos que, en su arribo al "Sabalero" en 2007, eligió la camiseta número 46 en honor al excampeón mundial italiano valentino Rossi, uno de los mejores de la historia en el deporte de velocidad. Según reconoció, su acercamiento al mundo de las motos se dio gracias a que su amigo, Hernán Villacreces, piloto rosarino que compite en el Certamen Argentino de Motociclismo (CAM), le ofreció ser parte del Campeonato Mundial de Motociclismo y, tras hablar con el "Chino" al respecto, se sumó a dicho trabajo.
El trabajo de Garcé en MotoGP es el control técnico: verificar motor, chasis, cubiertas, la temperatura del combustible y otras especificaciones que corresponden a la tarea habitual de un mecánico de la competencia. "Siempre venía a ver, me gustan las motos, con mis amigos vamos a andar. En el 2015 estuve un par de veces, pero el lugar que ocupo ahora no existe. No hay entrada posible ni plata que lo pague. Al margen de eso, de estar en un lugar privilegiado, tengo un trabajo que hacer: verificar algunas cosas que ya están chequeadas anteriormente, es simplemente supervisar", reconoció en diálogo con Infobae hace algunos años.