Juan Palomino compartió un detalle poco conocido de su pasado en "la colimba" y cómo eso lo marcó para siempre en su camino hasta llegar a su vocación. "En el año '79", confesó el popular actor que protagoniza la comedia teatral Sinvergüenzas, basada en la película británica The Full Monty.
En un ping pong con revista Pronto, el actor que se anima a ponerse "al desnudo" arriba de las tablas -la obra Sinvergüenzas cuenta la historia de un grupo de desempleados que ante la recesión deciden volverse strippers como fuente de ingresos- habló de sus inicios en la actuación y el largo camino que atravesó para llegar a esa instancia: "Empecé a estudiar teatro casi que impulsado por mi padre como una manera de poder relacionarme con la gente de mi edad. En el año 79 había hecho primer año de teatro, pero me tocó la colimba".
"Después de hacer el servicio militar obligatorio -que ahora quieren instaurar nuevamente y me parece una locura- mi padre me preguntó qué quería estudiar. Yo hasta ese momento no estaba seguro de continuar con el teatro y decidí estudiar locución. A los tres meses me aburrí y vi en un aviso que buscaban actores para un grupo vocacional de teatro, Dimensión 80, quienes harían una obra de Osvaldo Dragún, El jardín del infierno. El director era Miguel Ángel Busconi Nicolai. Cuando decido dejar locución era porque ya venía ensayando la obra y no le había dicho nada a mis padres. Hasta que un día le planteo honestamente a mi papá que no gastara más en pasajes, en estadía y todo eso porque 'me voy a dedicar al teatro'. Su respuesta fue 'bueno, joven, yo no voy a contribuir a que usted fracase en la vida. Ser artista es muy difícil, no sé cómo se va a ganar la vida ¿Usted quiere ser actor? Bueno, búsquese un trabajo'", sumó Palomino ahondando en la reacción de su padre José, también actor.
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Cómo terminó Juan Palomino en un hospital neuropsiquiátrico
Con el objetivo de ganarse la vida para poder seguir sus sueños como actor, Palomino reveló que empezó a trabajar en un hospital neuropsiquiátrico: "Así fue como entré en el hospital neuropsiquiátrico Melchor Romero, primero como sereno. Solía llegar en moto y como cada tanto me daba una vuelta en dos ruedas por las habitaciones fui confinado a un cuarto oscuro a pasar facturas en una Olivetti. Después hice el curso de auxiliar de enfermería, estuve tres años como auxiliar. En el servicio de rehabilitación junto a Polo Lofeudo, el doctor Adolfo Serafín Pérez, Silvia Cardona formé un grupo de teatro que continúa hasta ahora. Así que el neuropsiquiátrico me permitió reafirmar mi decisión de seguir estudiando teatro".
En la puesta Sinvergüenzas hay corporalidades para todos los gustos: Juan Palomino, Jorge "Carna" Crivelli, Christian Sancho, Alejandro Cupito, "El Tucu" López y "El Conejo" Quiroga exhiben sus figuras y se llevan silbidos y suspiros de parte de la platea que reacciona eufórica al clímax de la obra, con los desnudos totales del elenco.