Juan Minujín es sin dudas uno de los actores más populares y queridos por el público argentino. Pese a que mantiene un bajo perfil, en relación a su vida privada, y suele no involucrarse en cuestiones de actualidad, en las últimas horas habló como nunca antes sobre la gestión de Javier Milei y sus recortes hacia la cultura.
Fue durante una charla con el periodista Iván Schargrodsky para Cenital, donde el actor se refirió a los recortes del Instituto de cine y artes audiovisuales (INCAA) y analizó la situación actual del país. “Lo vivo con mucha tristeza, mucha frustración, mucho enojo. Lo hablaba el otro día con un amigo: están cerrando hospitales, mirá si no van a cerrar el INCAA. ¡Hospitales! El Estado tendría que abrir hospitales, un gobierno tendría que abrir hospitales, darle más espacio a la salud. Lo mismo con la educación. Es el mundo al revés, es como que digo, escapa a mi cabeza poder entender que esto es la solución para algo”, expresó angustiado.
En esa misma línea, habló sobre cómo ve la actualidad de la Argentina tanto él como su entorno: “Podemos discutir quién tiene la culpa, quién esto, quién lo otro. O sea, un millón de cosas. Pero esta, a mí, no me parece la salida ni remotamente” y sumó como ejemplo conversaciones que tiene con personas de su círculo cercano. “Inclusive la gente que yo conozco y siento que está muy alineada (con el gobierno), lo que más les escucho es: ‘Esto es lo que se puede hacer con el desastre que se dejó’. Entonces, ahí ya empieza una zona más pantanosa sobre quién tiene la culpa”,
Y agregó: “No tengo tantos amigos que digan: ‘Este es el camino, está bueno el recorte a la universidad; está bueno cerrar un hospital; está bueno cerrar un psiquiátrico’. Sí conozco mucha gente que dice ‘nos están ordenando’, y no estoy de acuerdo en lo más mínimo”.
Por útlimo, Minujín aseguró que le cuesta entender cuáles son los beneficios para la sociedad: “Lo vivo con muchísima frustración porque mis hijas van a la escuela pública, pero no solo por eso. Me parece que el mundo es cada vez más expulsivo y que cada vez está todo en el margen y el centro cada vez es más chiquito”.
Milei vuelve a atacar el cine: recorta subsidios y los ata a la audiencia
Con el discurso de “optimizar” el uso de fondos públicos, el Poder Ejecutivo Nacional emitió el Decreto 984/2024 que modifica el artículo 30 de la Ley de Fomento de la Actividad Cinematográfica Nacional N° 17.741 para alinear los subsidios al cine con criterios de supuesta “calidad, audiencia y eficiencia”. Se trata de un nuevo ajuste sobre el cine argentino a través del INCAA, ya que pretende compensar los menores subsidios en sala con mayores subsidios según la audiencia que las películas tienen en las plataformas de streaming, las cuales históricamente se han negado a brindar esos números.
En los últimos años, el cine argentino ha registrado “una caída significativa en la participación de la audiencia local”, según datos oficiales publicados en la fundamentación del decreto. Agregan que en 2014, el cine nacional captaba un 17,84% del total de espectadores, cifra que descendió al 7,35% en 2023. A su vez, de las 236 películas estrenadas en 2023 con apoyo del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), solo 4 superaron los 100.000 espectadores, mientras que otras 100 no lograron alcanzar siquiera los 1.000.
En este sentido, el presidente, Javier Milei, decretó que las "películas sin interés especial" recibirán un "SETENTA POR CIENTO (70 %) del producido bruto de boletería hasta alcanzar el costo de una película nacional de presupuesto medio", mientras que las "películas con interés especial" recibirán "el CIEN POR CIENTO (100 %) del producido bruto de boletería hasta alcanzar el costo de una película nacional de presupuesto medio".
El decreto establece que "para alcanzar los montos máximos establecidos anteriormente se computarán aquellos subsidios que se perciban por exhibición en salas cinematográficas, más los que correspondan por otras formas de exhibición". Al respecto, agrega que "el otorgamiento de subsidios por otras formas de exhibición requerirá, para su liquidación, la acreditación de la audiencia de la película en esas formas de exhibición, de acuerdo a las normas que dicte el INSTITUTO NACIONAL DE CINE Y ARTES AUDIOVISUALES".
Es decir, para que las películas puedan recibir los subsidios, las plataformas de streaming como Netflix, Amazon Prime, HBO Max o Disney+ deberían revelar cuánta audiencia tuvieron esas películas en sus sistemas, algo que históricamente se han negado a hacer.
Nicolás Leonardo Vetromile, montajista y trabajador audiovisual del INCAA y delegado de ATE, advirtió a El Destape que "las plataformas no brindan" esa información y que "no se sabe cómo" es que "se va a cuantificar el público de otros medios" que no sean salas. "Por un lado, no se le cobra a las plataformas el impuesto al cine, pero por el otro se quiere cuantificar el público de cine argentino de las mismas", señaló Vetromile.