A sus 43 años, Griselda Siciliani se encuentra en un momento profesional de mucha prosperidad mientras se prepara para el estreno de la obra teatral Pura sangre, el amor es un monstruo. En una entrevista exclusiva con La Nación, contó lo mucho que la interpeló esta obra y reveló que sufrió la famosa “crisis de los 40”.
Pura sangre aborda distintas cuestiones vinculadas al amor. Es una obra de teatro físico que creó junto a sus amigos actores Carlos Casella y Jorgelina Aruzzi. Griselda describe este proceso creativo como un período de “tormentas de ideas, improvisaciones” y muchos encuentros en el living de su casa. Sin embargo, estos últimos años no fueron del todo fáciles para ella: no se salvó de pasar por esa crisis que pasan tantas personas a sus 40 años.
“Tengo 43 ya. Creo que a los 40 tuve una crisis, aunque no muy profunda, pero algo se me removió. Y lo relacioné porque se habla de la crisis de los 40, pero seguramente tuve muchas antes”, reveló la actriz, en diálogo con la periodista Liliana Podestá. Sin embargo, finalmente logró sobrellevarla y hoy en día asegura encontrarse en un lugar de plenitud en cuanto a lo personal. “Siento que a cada paso que doy soy más auténtica, más fiel a mi singularidad, respeto más quién soy y lo que soy”, sentenció.
Pura sangre también habla sobre los distintos mandatos sociales que atraviesan las personas. En relación a esta autenticidad que Griselda logró construir, expresó: “Cuanto más sé quién soy y qué deseo, más fácil se hace y trato de mantenerme en ese lugar. Así me manejo con el trabajo, la familia, el amor. No soy demasiado parecida a mi personaje, que está aplastada por los mandatos”.
El detrás del proceso creativo de Griselda Siciliani en Pura sangre, el amor es un monstruo
La obra se estrenará el próximo 18 de enero en el teatro Multitabaris. De acuerdo con lo que adelantó Griselda en esta entrevista, Pura sangre, que hace alusión a una raza de caballos, fue pensada a partir del concepto del amor como disparador. “Se nos ocurrió esta comparación del pura sangre con un personaje atormentado de mandatos y exigencias, porque un pura sangre tiene que ganar una carrera y a nosotros se nos exige amar de determinada manera. Sino es un fracaso, una frustración”, reflexionó.
Para empezar a crearla, Griselda, Jorgelina y Carlos emprendieron una investigación muy profunda. “Investigamos mucho y nos enteramos que al pura sangre lo sacrifican si se le quiebra una pata, y también conocimos sobre otros caballos como el cimarrón, que en algún momento fue doméstico pero se emancipó y ahora es salvaje. Todo se nos llenó de significados y así empezamos a construir esta metáfora”, cerró.