Grego Rossello se accidentó y lo operaron de urgencia: "Tuve más cirugías que Michael Jackson"

El influencer debió dirigirse a una clínica para que puedan atenderlo por un insólito accidente.

10 de julio, 2021 | 12.43

Grego Rossello, uno de los primeros influencers en saltar a la fama y luego lucirse como actor de stand up, sufrió un accidente insólito y tuvo que ser operado para no sufrir problemas respiratorios, “En el último mes tuve más cirugías que Michael Jackson en toda su carrera”, escribió a través de su cuenta de Instagram como en la de Twitter, con una imagen de él con la nariz vendada. Claro que la humorada sobre Michael Jackson tenía que ver con el implante capilar que se hizo hace unos años y los tratamientos de ortodoncia que mejoraron su dentadura.

“Jugando al basquet con amigos me comí un codazo y fui operado. Es una reparación nasal porque podía tener una obstrucción respiratoria”, contó Grego en charla con el periodista Juan Etchehoyen para Mitre Live a cerca de esta nueva intervención y agregó que se fue de urgencia a una clínica cercana dónde le indicaron operarse. En ese sentido, el actor agregó un detalle: “Lo gracioso es que el codazo me lo pegó Marco Antonio Caponi y estábamos jugando con Migue Granados y varios chicos más”.

 

No es el único mal momento que vivió Grego Rossello. En diálogo con Tomás Dente para Vino para vos, en KZO, el influencer contó: “A fines del 2019 la pasé muy mal. No pasó nada puntual, pero la pasé mal. No estaba bien yo. Venía de un Gran Rex en el 2016, de otro en el 2017 y de un 2018 de viajar por el mundo y estar en esta cosa de las redes de pegar el video de medio palo y estar en boca de todos. Y, de repente, sentir que quizá no tanto. Me veía desganado”.

“Tuve un accidente de auto que ahora lo cuento en el show riéndome, pero nunca lo conté en serio, donde me pegué un susto bárbaro. Mi psicóloga me pidió aumentar las sesiones. Y estuve seis meses yendo al psiquiatra. Estaba mal”, afirmó. Entonces reveló: “Yo nunca había entendido cuando, por ahí, mi hermano me decía: ‘El bocho me jugó una mala pasada’. Como siempre fui tan optimista, tan de sentir que la felicidad depende de uno, que es algo que sigo creyendo, nunca había entendido la magnitud de cómo te puede jugar para atrás el bocho. Aunque te esté yendo todo bien. Eso de estar triste por estar triste. Yo estaba triste y no sabía por qué. Y me partía”.