A lo largo de las temporadas de MasterChef Celebrity, Germán Martitegui fue catalogado como uno de los jurados más exigentes gracias a esa imagen que eligió dar: una actitud poco simpática, distante de los participantes y estricto en cuanto al nivel que se espera de los concursantes. Sin embargo, pese a que en un principio esta faceta le generó varios encontronazos con los famosos que pasaron por el certamen, terminó por demostrar que tan solo se trata de un cascarón superficial y que, en realidad, en una persona muy sensible y emocional.
Si hay que nombrar a la verdadera debilidad de Germán Martitegui, nadie duda que se trata de sus dos hijos, a los cuales cría como padre soltero. Aunque en un principio, el cocinero decidió mantener esta fase de su vida en un perfil bajo, poco a poco decidió mostrar más a sus hijos y hablar sobre el rol de papá que ocupa con tanto cariño. Es por esto que, en una reciente entrevista con Clarín, Martitegui sacó a la luz su lado más sensible a la hora de criar a sus pequeños.
"Como papá soy espectacular. Los incentivo todo el tiempo, quiero que sean muy libres", expresó sin ánimos de ser modesto, ya que sabe que hace un gran trabajo al criar a Lorenzo y Lautaro, sus dos pequeños. En este marco, Germán Martitegui aseguró que el no tiene intenciones de intervenir en la naturaleza de sus hijos, ya que sabe que, incluso, tienen más para enseñar ellos que los propios adultos.
"Los chicos vienen tan perfectos de fábrica, tan inocentes, llenos de amor, inteligencia y espíritu investigativo, que el único trabajo de los padres tiene que ser no arruinarlos", aseguró al respecto. Así es como Martitegui tiene una metodología de crianza muy particular para que sus hijos crezcan libres, con su personalidad formada y a sabiendas de que su opiniones importan. "Las cosas se hacen con el ejemplo, si quiero que coman sano tengo que comer sano", reveló.
El fin de un ciclo: cerrar puertas para abrir otras
Hace unas semanas atrás y luego de haberse mantenido cerrado por la pandemia, Germán Martitegui decidió finalizar una etapa y cerrar definitivamente Tegui, su emblemático restaurante que se mantuvo en el ranking de los más prestigiosos e innovadores de Latinoamérica. "Hay una forma de cocinar y de moverse para mantenerse en estas listas. Respeto a la gente que lo sigue haciendo, pero no lo voy a hacer más. Ahora voy a cocinar lo que se me cante", fue el puntapié inicial del chef para cerrar este ciclo, ya que necesitaba cambiar de aires y desestructurarse para no caer en lo rutinario, cuestión que sucedería si seguía adaptándose a los esquemas que exigen las listas de rankings a nivel mundial y continental.
Por otro lado, Germán aseguró que, en cierto modo, sintió que el restaurante había perdido su esencia inicial, ya que siempre se respaldó muchísimo en los nacional: materia prima 100% argentina, una selección de vinos elaborada en el país y un menú inspirado en los clásicos argentinos pero reversionados para ser gourmet, sin embargo había algo que ya no cuadraba: los clientes. "Una espina que tenía clavada era que había más extranjeros que argentinos. Los extranjeros son más organizados y hacían reservas con seis meses de anticipación: cuando llamaban los argentinos ya no había lugar", aseguró Martitegui sobre otro de los motivos que lo llevaron a dejar ir este proyecto que tanto lo hizo crecer.