Martín Carrizo, histórico baterista que tocó con Gustavo Cerati y el Indio Solari, murió este martes a los 50 años de edad tras una ardua batalla contra la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), enfermedad que le había sido diagnosticada en 2017.
A lo largo de su carrera, el artista participó del disco Bocanada, de Gustavo Cerati, y fue ingeniero de grabación, mezcla y mastering de los álbumes Porco Rex, El perfume de la tempestad, Pajaritos, bravos muchachitos y El ruiseñor, el amor y la muerte, del Indio Solari. También trabajó con Abel Pintos en Cosas del corazón, y con Benito Cerati en TripTour.
La despedida de Caramelito Carrizo, su hermana
Su hermana, la conocida conductora y panelista Cecilia “Caramelito" Carrizo, posteó en sus redes sociales: “Decime, por favor, por dónde sigo”, escribió su hermana esta mañana en una publicación en redes sociales para anunciar el fallecimiento de quien también fue baterista del grupo A. N. I. M. A. L. entre 1992 y 1997. “Gracias, queridos y queridas, por tanto cariño, ayuda y apoyo incondicional. Le hicieron muy bien cada día. Infinitas gracias. Martín falleció hoy 11 de enero a la madrugada. Su amor, su sonrisa, su música queda en nosotros para siempre".
Un arduo proceso: el difícil camino que recorrió Martín Carrizo
En el año 2017, la familia de Caramelito recibió un golpe muy bajo al enterarse que Martín acababa de ser diagnosticado con ELA, una enfermedad neurodegenerativa para la que aún no hay cura. En medio de la angustia por la terrible situación, todos se pusieron en campaña para poder conseguir algún tratamiento que ayudara a apaciguar los efectos del diagnóstico en el cuerpo de Carrizo.
Así fue como el famoso baterista de rock logró viajar a Estados Unidos para realizarse un tratamiento paliativo, pero debido a una gran falta de dinero, tuvo que regresar a Argentina y hacerle frente a la enfermedad desde otro lado, ya que ese proceso al que se sometió en aquel país aún no está disponible en el territorio nacional.
En los últimos días, Carrizo se volcó a las redes sociales para contar como atravesaba este duro momento: "¡Hola amores! Estoy en el mismo infierno, muy agotado, para poder explicar gráficamente el 1% de lo que siento todo el día. Es como si estuviera acostado en el piso y un elefante parado arriba mío sin moverse y una de sus patas en mi cara, a eso sumamos el dolor de mis tobillos, pies, manos, muñecas y venas. Si me encuentro escribiendo esto para todos, es por que soy un cabeza dura y mientras escucho a Los Abuelos de la Nada sigo queriendo mi recuperación".