Pancho Dotto, representante de modelos, decidió alejarse de la vida en la ciudad y del trabajo para tomarse un respiro y comenzar un nuevo estilo de vida en Entre Ríos, rodeado de la naturaleza. Para esto, se fue a vivir a una chacra llamada “El Refugio” de la cual es propietario hace dos décadas, ubicada en Libertador San Martín.
Después de años bajo los flashes de las cámaras y de evento en evento, Dotto finalmente encontró un espacio de introspección lejos de la vorágine. “Yo tuve una vida muy intensa. Siempre me enorgullecía diciendo que me iba a morir trabajando y ese tipo de tonterías, y hoy me doy cuenta lo loco que estaba. Vivía para los demás, para el trabajo, para mis modelos. Hoy mi vida pasa por mí”, relató, en una entrevista para La Nación.
A raíz de la pandemia, Pancho notó que necesitaba cambiar de aire, entre tanto bombardeo de noticias sobre la pandemia del coronavirus. “Me hacía mucha mala sangre por lo que estábamos viviendo, y me la pasaba enganchado a los noticieros porque sentía que tenía que estar informado y saber lo que pasaba en la Argentina y el mundo”.
Cuando empezó toda esta crisis sanitaria, notó que necesitaba cambiar de aire y de hábitos saludables. Actualmente, vive entre el verde, rodeado de animales y haciendo tareas de campo. “Ahora tengo la vida de mis sueños, cerca de la naturaleza. Mientras te hablo estoy tomando mate, descalzo y caminando por el pasto. Esto no lo cambio por nada”, reflexionó.
Por otro lado, el mánager de modelos se asesoró con un médico deportólogo y bajó 16 kilos. “Me siento súper liviano y vital. Le pedí que no me hiciera una dieta complicada porque yo no cocino ni un huevo frito. Igual, lo solucionamos con unas viandas para el almuerzo y la cena (con carne, pescado, verduras) y después a la mañana y a la tarde como yogur descremado, granola y frutas”, contó Pacho Dotto.
La vida sentimental de Pancho Dotto
A pesar de que afirma no arrepentirse de nada, reconoció que si pudiese cambiar una cosa de su pasado sería en relación a sus vínculos. “De corregir algo, hubiese hecho una vida más razonable y hoy en vez de dormir con mi perro Crack estaría acompañado por una mujer”, bromeó. “Me gustaría enamorarme. Recuperé la vitalidad de sentir que puedo con todo. Porque muchas veces la gente a determinada edad se va abandonando, pensando que el tiempo ya le pasó… ¡pero sólo pasa cuando uno muere! Y quiero morirme joven lo más viejo posible”.