Ramiro Bueno, hijo del astro del cuarteto Rodrigo "El Potro", recordó la dura infancia que vivió y los tormentos violentos que lo atocigaron en su período escolar. Movilizado, confesó haber sido vícitma de bullying: "Me hacían sufrir diciéndome gordo".
“No era un bullying re contra insoportable pero capaz de la nada te metían flor de piña en el brazo o te metían un bife. Te tenías que masticar la bronca porque a esa edad lamentablemente eran dos contra uno y no tenía forma de salvarme. Me plantaba, explotaba y nada pero imaginate que si se enteraban que me gustaba el rap, porque dentro de todo no es un género bien visto en gran parte de la sociedad y menos en aquel momento. Te hablo del 2004. No podía disfrutar de la música mía dentro del ámbito escolar“, relató el joven, en diálogo con Juan Etchegoyen (Mitre Live).
Siguiendo su triste relato, afirmó: “Nunca conté esta historia con esta profundidad. Algo de lo que sufro también yo es pedirle a todas las energías que a mis hermanas no les pase lo mismo. Yo la pasé muy mal y muchas veces venía llorando a casa. Era bastante duro todo en su momento. Como te dije, no era un bullying tan insoportable sino que dentro de todo éramos amigos. Había días que la pasaba muy bien y esos días me quedaban grabados en la mente diciendo ´que bien la pasé hoy, ojalá que mañana sea igual´. Uno no sabía que podía pasar el día de mañana”.
Pese a no haber conseguido un empleo todavía y estar dedicándose al rap, Ramiro tiene título de periodista deportivo y se muestra convencido en vivir al máximo cada día. “Angustia esa duda y te genera un malestar adentro. Una incertidumbre enorme. Hubo días que volvía llorando a mi casa por todo lo que me pasaba. No era solo con mis compañeros de curso, sino con chicos de otros cursos más grandes. Se querían hacer los cancheros. Como las series estadounidenses que vienen los chicos musculosos y te hacen bullying", expresó, dando más detalles a su historia.
“Hemos cruzado alguna joda o juntada con esas personas que me la hacían pasar mal a lo largo de los años. Después fue otra cosa. Todo lo que pasó me dio una fortaleza enorme. Ya estoy bastante curtido en el asunto ese. Yo no tengo ningún rencor. Lo que pasó, pasó en su momento. Yo supe salir adelante. Con la ayuda de mi familia y tomar las precauciones correctas para seguir en los estudios. Sin rencor y sin ninguna bronca ni nada“, cerró, como una forma de enviar un mensaje positivo.