Las redes sociales no perdonaron el accionar lamentable de Reina Reech, quien compartió una storie en Instagram con un video para agradecer a la empresa "Dulces compañías" por enviarle una empleada doméstica de "canje" a que le limpie la casa. Indignadas, desde el gremio de trabajadoras domésticas la repudiaron, contundentes: "No somos objetos de canje".
"Estoy muy contenta y quiero contarles que, en este momento tan complicado, pude contar con la consultora Dulces compañías para conseguir personal que me ayude en las tareas de la casa", había afirmado la actriz, desatando un vendaval en torno a su actitud. Las redes se llenaron de comentarios como el de una representante de empleadas que sentenció: "Todas necesitamos trabajar. ¿O es como la época de la esclavitud te revisan hasta los dientes y si los tenés todos estás aprobada? Eso es discriminación".
En diálogo con C5N, la referenta de la Unión de Personal Auxiliar de Casas Particulares, Carmen Britez, sentenció: "No somos objeto de canje, somos personas que brindamos servicios a cambio de una remuneración". Y agregó: “Es una vergüenza, porque las trabajadores de casas particulares, según el decreto del poder ejecutivo no está flexibilizado para el trabajo. Solo está permitido para el cuidado de adultos mayores".
Por último, lanzó un contundente mensaje para la polémica empresa: "Quisiera saber si la agencia tiene a la trabajadora en regla, como corresponde, y en qué condiciones fue a trabajar. Si no está registrada, es una empleada informal y puede llegar a tener problemas, por ejemplo, si se contagia".
La verdad detrás de "Dulces Compañías", la consultora que "canjea" personal doméstico
"Dulces Compañías, la consultora “premium” que eligen los famosos, primeras figuras y por las empresas de primera línea vigente en Argentina y países del exterior hace más de diez años. Fundada y dirigida por Johanna Chaffitteli, la joven empresaria de 33 años, especializada en búsquedas personalizadas de empleadas domésticas, niñeras, cuidadoras de adultos mayores, cocineras, enfermeras, amas de llaves", se presenta la empresa en sus página web de inicio.
Lo que llama la atención, además de la insólita y repudiable noticia del inicio, es el absurdo criterio de selección al que se someten las empleadas de la empresa. A través de un informe "socio ambiental", la empresa lleva asistentes sociales a las viviendas de las empleadas para entrevistar a sus familias: evalúan cómo viven, con quién viven y cómo se relacionan, tal como señalan en su página web.
La gota que colma el vaso en la empresa es el punto que le dedican a los salarios de las empleadas.Según la web de"Dulces Compañías" cada familia determina el sueldo que va a pagar o acuerdan con cada empleada de acuerdo "al perfil". Lo que convenientemente omiten es que los salarios de las empleadas domésticas están regidos por un Estatuto, por lo que es ilegal que cada familia pague lo que quiera pagar.