Adabel Guerrero se sinceró sobre las consecuencias negativas que la maternidad generó en su vida y los traumas que debió enfrentar tras haber tenido a su hija Lola. En un contundente descargo, la celebridad habló sobre lo que muchas veces no se cuenta, en relación a difíciles situaciones que las madres recientes deben enfrentar.
"Después de la maternidad, me encerré y ni siquiera me depilaba. Pero el tiempo pasó y ahora que dejé atrás esa etapa, me siento bomba de nuevo", reveló sobre cuán hermética se volvió durante los primeros meses de su hija. De hecho, en varias entrevistas reveló que se volvió un poco obsesiva con los gérmenes y le costaba mucho dejar que su entorno visitara a la recién nacida.
Guerrero atravesó esas situaciones pero en la actualidad eso quedó atrás y se reencontró con su versión más segura de sí misma. "Tanto por dentro como por fuera. Me gusta cómo tengo el pelo, la cara, la piel, me gusta mi actitud y me quiero. Me siento, sí, en mi mejor versión", continuó la vedette, en diálogo con Pronto, sobre cuán bien se siente en el presente.
"¿Vos sabés que me siento en mi mejor momento en todos los aspectos? Tuve como un resurgir después de la maternidad y hubo un cambio interno y externo muy importante, muy fuerte", siguió Adabel y luego reveló qué técnica moderna la ayuda a encontrarse consigo misma: "Desde que conocí el coaching, me cambió la vida".
Adabel Guerrero sobre su amor por Lola
En el mismo reportaje, Adabel Guerrero dejó en claro que al tener a su hija conoció un amor que no se le parece a ningún otro. "¡Está enorme! En abril va a cumplir cuatro años. Es hermosa, un avión y me sorprende día a día. Me enamoro cada día más de mi hija", comenzó la celebridad, ante los sentimientos que afloran en ella cada vez que se refiere a su retoño. "Viene conmigo al teatro pero cuando arranca el show, se va con su papá y vuelven recién en el saludo final. Eso lo puede ver pero no quiero que vea el show completo", enunció luego, y aseguró que no le gusta que vea su performance en Sex.
"No soy pacata y siento que esta generación viene muy adelantada y nos va a pasar el trapo diez veces, pero prefiero que no lo vea porque es muy chica", cerró sobre la obra dirigida por José María Muscari, que es para mayores de 16 años.