El periodista Rodrigo Lussich relató en una reciente entrevista un traumático momento que vivió hace trece años, cuando estaba a punto de mudarse a otra ciudad. El conductor de Intrusos contó que tenía todo el dinero que necesitaba para su cambio de vida ahorrado y, cuando salía del banco, fue interceptado por ladrones y le quitaron su plata.
En la sección Verdadero o Falso del ciclo A La Tarde, el presentador reveló que utilizó un camión de una gira de Carmen Barbieri para su mudanza, en aquel momento. “Cuando me voy a trabajar a Mar del Plata en ese año, 2008, que me voy a Radio Brisa con Bagnato, que es quien me contrata. Tenía la guita justa para la mudanza, yo trabajaba con Canosa todavía, y tenía que llegar de cero y arrancar”, comenzó su relato.
“Me robaron, en una salida bancaria. Saco el sueldo para ir a pagar el flete y me persiguen con una moto y me afanan. Así que me quedó sin un mango, sin nada. Ya tenía todo arreglado para irme aparte. Entonces, Javier Faroni, que es amigo, el productor de teatro, producía en ese año Vedettísima o Fantástica una de esas dos revistas de Carmen y yo no tenía tanta cosa: un sillón, una heladera, una cama, un sommier, qué se yo”, continuó el periodista sobre la única solución que encontró ante la situación que atravesaba.
“Y me han llevado las cosas. Yo fui con un amigo que me llevó y me acuerdo de estar en la esquina de Luro y Corrientes de Mar del Plata y ver mis cosas entre los concheros, las escaleras, los vestuarios”, concluyó Lussich.
Increíble anécdota
En otro momento del reportaje, el conductor de TV contó que se le salieron cuatro dientes en medio de un cita, en un hotel cinco estrellas. “Me estaba haciendo la dentadura y me habían puesto uno provisorios de acrílico, tenía un desastre. La cita fue en un lugar muy refinado, un hotel cinco estrellas. Mordí la hamburguesa y empecé a sentir cosas duras en la boca, hasta que me di cuenta. Fui al baño, los limpié y traté de ponérmelos, pero fue imposible. Así que me los guardé en el bolsillo y volví a la mesa. Yo soy de labio inferior gordo y eso me ayudó porque me tapó la encía, así que hablé raro toda la noche. Obviamente la cita después no prosperó”.