El actor Victorio D'Alessandro reflexionó sobre su paso en la popular telenovela Casi ángeles y reveló como fue transitar la fama a temprana edad. "Me largaba a llorar sin saber por qué", reflexionó.
En diálogo con El Destape, el intérprete habló de su etapa como actor de la recordada producción de la empresaria televisiva y reconoció: "Sucede que Cris Morena sabe lo que quiere contar, su exigencia está acompañada de una seguridad que logra transmitir a sus actores; no hay nada mejor que eso. Genera sinergia en los equipos, te educa artísticamente y como persona. Eso es para agradecer siempre".
Pero sobre el momento en que llegó a su vida la fama, se animó a deslizar: "Fue muy fuerte porque en su momento nunca lo terminé de asimilar. Me decían que cuando Casi Ángeles saliera al aire no iba a poder salir de casa tranquilo y yo no prestaba atención. Cuando pasó el fenómeno de Cris fue raro: me pasa que si no estoy en confianza con el otro soy una persona muy tímida y cerrada en mi misma, y no me esperaba todo lo que se generó y tampoco sentía que yo me estaba preparado para eso".
"Me costó muchísimo, por momentos sufrí la fama, tuve momentos en los que me agarraron ataques de pánico y me temblaba el cuerpito, me largaba a llorar sin saber por qué, me transpiraban las manos cuando iba a lugares con mucha gente. Lo fui trabajando de un modo bastante naturista pero mi cuerpo registró esta parte de la fama. Todavía me pasa que no me acostumbro a los lugares con mucha gente, me empiezan a transpirar las manos y me quiero ir, prefiero pasar desapercibido", cerró.
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"Vivimos etiquetados en este sistema cruel. Particularmente, creo que tuve la posibilidad de recorrer diferentes personajes más allá de algunos casos donde sí pesa el estereotipo de galán, lugar común en el que la industria me puso en algún momento porque a los productores les parecía que daba con el perfil. Lo bueno es que siempre me apoyé en el teatro como colchón de investigación, espacio que me permitió abordar textos que jamás llegaron a la Avenida Corrientes. Tuve momentos donde me puse firme: propuestas de obras de teatro comerciales, con teclas y nichos que no quería tocar ni transitar, personajes que tenían que ser tan sexualmente atractivos como para romper un vínculo; son roles que tienen que estar pero no creo que yo sea el actor indicado para encararlos", indicó el actor en torno a los motes que pesan en la industria.