Cristina Pérez de joven: el antes y después de la conductora de Telefe

La conductora creció queriendo ser Madonna -tal como cuenta- enfrentó a la Madre Superiora y renunció a su escuela. El antes y el después de la periodista.

11 de abril, 2023 | 13.49

La vida de Cristina Perez es una de las incógnitas del mundo de los famosos argentinos. La dupla que encabeza junto a Rodolfo Barili frente al noticiero de Telefe es una de las más queridas por el público argentino, por lo que todas las noches se preguntan de todo a cerca de sus vidas personales.

La vida de Cristina es y fue muy particular: nacida en Tucumán, cargada de presiones sociales y prejuicios, creció y se independizó muy joven. Además rechazó la maternidad y el matrimonio fervientemente, y es una de las convicciones que aún sostiene en su vida personal, a pesar de estar en pareja hace algunos años. Te contamos todo sobre el antes y el después de la periodista más representativa del prime time televisivo.

Cristina Perez joven: la vida de la periodista

Nacida al norte de nuestro país, en Tucumán, la periodista de 50 años creció rodeada de libros y deseando ser como Madonna, la reina del pop. Su familia era profundamente católica por lo que se formó en la escuela María Auxiliadora bajo ese dogma al que a los 11 años comenzó a intentar entender y luego cuestionar. "Sentía entre otras cosas que, con su mirada, las monjas instauraban que el amor y el deseo eran algo pecaminoso. Entonces yo pensaba: ‘¿Cómo puede ser que Dios nos haya hecho capaces de amar y todo eso, que es tan natural como que las flores florezcan en primavera, fuese tan malo?’", aseguró Cristina en una entrevista.

Así comenzó el camino de los cuestionamientos que la convirtieron no solo en agnóstica definitivamente, si no que finalmente terminó renunciando a la escuela y a la religión -analítico en mano- luego de hacerle un planteo a la Madre Superiora sobre la religión y cómo ella entendía que era un mecanismo de "control y opresión social", tal y como ella contó: "Me la jugué. Sí que eso fue jugármela por la libertad. Mi libertad de pensar", aseguró.

Se cambió de colegio a una escuela que contemplaba muchas más realidades y "que no premiaba ni castigaba según la cantidad de misas a las que asistíamos" y finalmente fue abanderada. "Pasaba horas con un cepillo de brushing en la mano, que oficiaba de micrófono, jugando a conducir mi propio informativo cuando no estaba con la oreja pegada a alguna radio esperando las noticias”, recuerda sobre su temprano deseo profesional.

Desde sus inicios mostró un gran compromiso con la labor periodística, la cual sostiene diariamente frente al noticiero: sin dudas, es una de las periodistas más reconocidas del país desde hace más de 20 años.