Pasaron casi tres meses de aquella madrugada en la que Santiago Moreno Charpentier -conocido popularmente como Chano- protagonizó un confuso incidente con la policía en el que terminó gravemente herido, motivo por el que tuvieron que extirparle el bazo, un riñón y parte del páncreas en el Sanatorio Otamenti. Desde entonces, el músico estuvo enfocado en recuperarse físicamente y trabajar sobre sus adicciones en una comunidad terapéutica en la que le darán el alta este viernes 15 de octubre. "Cuando consumía terminaba muy mal, al borde de un brote psicótico", recordó el músico en su primera entrevista tras el episodio que podría haber terminado en tragedia.
Así, de a poco, la vida del exlíder de Tan Biónica está volviendo a la normalidad. A fines de septiembre presentó nueva música y ahora se prepara para volver a dar show presenciales nada menos que en el Luna Park, porque a pesar de todo lo que vivió encara su camino con mucho optimismo y con ganas de sanar. Todavía no tiene recuerdos del episodio que ocurrió en su casa de Exaltación de la Cruz, en el que recibió un balazo en el abdomen. "Tengo 40 años y cuando consumía terminaba muy mal, al borde del un brote psicótico, desde una semana antes no me acuerdo nada", reveló en una entrevista con Jorge Lanata.
Y reveló el calvario que vivió por sus adicciones: "Unos días antes me interné, no le dije a nadie. Me interné muchas veces, el consumo era triste, no era algo de fiestas, social ni nada, consumía solo y estaba paranoico pensando que había gente en mi casa, consumía llorando, llamaba al dealer diciendo no quiero más esto para mí. Cuando estás con el consumo activo es difícil parar solo, parás con una tocada de fondo y tuve varias, pero esta vez no me acuerdo nada".
Por estos "blancos" de su memoria, el artista no entendía que estaba pasando cuando se despertó en el sanatorio atado a una camilla. "No recordaba nada y quería que me suelten, me fueron dando medicación para calmarme, lo mandaron a mi hermano Bambi a contarme, es una de las personas que más quiero y no podía creer cuando me contaba lo que pasó, no lo creía, pensé que era algo que me dijeron para que parara de consumir. Desde las semanas antes no recuerdo nada, llegué a casa y empecé a ver objetos que había comprado que no reconocía, me contaron lo del tiro, la secuencia, me contó cosas mi médica en quien confío y a quien le contaba cuando consumía y no podía parar. Me contaron que estaba intubado y ella se acercaba y yo lloraba. Soy una persona buena, está mal que lo diga yo, pero no tengo relaciones conflictivas cuando no consumo", explicó con seriedad e hizo especial hincapié en que está enfermo.
En referencia a su tratamiento psiquiátrico, se mostró muy entusiasmado por los avances que ha logrado. "Ahora vivo en una estructura muy rígida que me hacía falta la verdad. Hay gente que puede parar, yo estoy agradecido a la enfermedad que tengo porque hay personas que no llegan a consumir y viven de manera compulsiva sin darse cuenta que tienen una enfermedad que tratar y esto me permitió conocerme", reconoció y reveló que durante su internación le escribió una canción a Marina, su mamá, a quien señala como la persona que le salvó la vida.
"Le hice una canción a mi mamá durante este tiempo. En la internación extrañás y es romántico, dormía en cama cucheta y la gente escribe en las camas mensajes: ‘la concha de la lora, no aguanto más, me quiero ir a la mierda’, decía uno y otro ‘sabía que sabrías que volverías a mis sueños’, y empecé a rezar. Me conecté con eso porque una terapeuta me dijo ‘hacete cargo de tu milagro y si tenés que hablar de que te comiste un pan de más, hablalo’. Porque ahí hay que desayunar puntual, te dan un pucho cada dos horas y si no llegás a horario te lo sacan y te querés matar", declaró.