Cecilia Bolocco, la exesposa de Carlos Menen, es una de las máximas figuras de Chile. La exmodelo es muy activa en las redes sociales y habitualmente realiza vivos para charlar con sus seguidores. En esas transmisiones habla de todo: su rutina diaria, las cosas buenas y también las malas, como por ejemplo, la operación de urgencia a la que se tuvo que someter.
“Me convertí en un orzuelo llamado Cecilia, porque se convirtió en una cosa que se apoderó de mí. Fui como tres veces al doctor, fui hasta a urgencias, a todas partes para que me ayudaran y todos me decían que no podían hacer nada”, afirmó al referirse al problema de salud que tuvo en uno de sus ojos.
Ya desesperada, volvió a ir a un centro de salud, pero esta vez con una súplica: “Fui a un nuevo médico y le dije: ‘Usted me lo tiene que sacar, porque si no, yo no puedo seguir viviendo’, del dolor, ya no dormía. Me operaron y me pusieron unos puntos en el ojo, me partieron. Me volví a la casa con un parche”. Y si bien pudo volver a dormir, el drama continuó al otro día, pues sin el efecto de los calmantes volvió el dolor y no solo eso: le quedó la mitad de la cara morada. Por lo que tuvo que reprogramar todas sus obligaciones laborales.
Bolocco siempre fue muy prolija en su programa de televisión y no le gusta faltar, pero en esta ocasión no le quedó otra alternativa. “Yo dije: ‘¿Cómo voy a grabar?’. Tenía que recuperar mi ojo, pueden creer que a punta de aloe vera se me recuperó, yo no sé cómo lo hice. Recé mucho”, contó.
Cecilia Bolocco sufrió un accidente doméstico
Lejos de encontrar la paz, la ex Miss Universo sufrió un accidente doméstico a días de su operación y mostró las consecuencias en su cuenta de Instagram. El pasado miércoles volvió a hacer una transmisión en vivo luego de algunas semanas y mostró la venda que tenía uno de sus dedos.
"El miércoles de la semana pasada me corto aquí mal, muy mal. Me agarro con una servilleta, me miro y dije: ‘Con esto no voy a poder’, porque me había cortado en esta zona. Me voy a tener que ir a urgencias a la clínica, y partí para mi pieza a buscar mi cartera, Pepo (José Patricio Daire) salió corriendo detrás de mí y me llevó. Dormimos a la una de la mañana con el dedo así vendado, bien envuelto, con hartos puntos, no tantos, eran tres. Pero bueno, ya estoy casi bien, lo único malo que me quedó con electricidad”, detalló Cecilia que estuvo muy bien acompañada por su esposo.
Días después de la intervención médica el dolor se acentuó y temió que sea algo más grave: "Estuve todo el fin de semana tan angustiada porque dije: ‘Dios mío, capaz que me corté un nervio’". No obstante, con el correr de los días solo le quedó la cicatriz.