Diego Brancatelli cruzó a Esteban Trebucq, más conocido como "El Pelado de Crónica", y le dijo lo que toda la gente piensa de él. Tras su adiós al canal de las placas rojas y su posterior llegada a A24, el conductor recibió un irónico halago por parte del expanelista de Intratables.
"El lunes 2 de enero arranco un nuevo desafío profesional; acaso uno de los más importantes de mi carrera. Me mudo a la pantalla de @A24COM para hacer “La Cruel Verdad”. Será de 21 a 24. Y luego (desde febrero), de 21 a 23. El que quiera, allí estaré", comunicó Esteban Trebucq. Rápidamente, Diego Brancatelli respondió esta publicación con un pensamiento colectivo.
Ironizando con su paso hacia los medios hegemónicos que responden a los intereses de derecha, Brancatelli le dijo a Trebucq: "Dale. ¡Un esfuerzo más y llegás a LN+! Vas bien". Esto generó el enojo del "Pelado de Crónica", quien también cruzó a su colega con cierto sarcasmo.
"Jamás te vi, Diego. No entiendo el mensaje. Supongo que te debes manejar así, porque quizás carezcas de argumentos. O porque nunca pudiste conducir, por lo que escuché. Capaz es envidia. Lo que sea, todos los canales son importantes; y fuentes de laburo para periodistas. Y para vos también", fueron las palabras de Esteban Trebucq hacia Diego Brancatelli en un cruce realmente picante.
El Pelado de Crónica reveló su adicción: "Por eso perdí el pelo"
Esteban Trebucq, más conocido como "El Pelado" de Crónica TV, rompió el silencio para hablar de un tema complicado de su vida. Se trata de su adicción al trabajo, situación que repercutió en su vida personal y sobre la cual se explayó para brindar detalles de cómo transita su día a día.
"El Pelado" pasó por el ciclo Seres Libres conducido por Gastón Pauls. "Perdí el pelo por el trabajo, me separé por el laburo", reveló Trebucq, quien detalló que fueron dos los matrimonios le costaron a raíz de sus interminables jornadas laborales. Entre lágrimas, contó que el tiempo de descanso se lo dedica a sus hijas.
"Laburaba todos los días, de domingo a domingo", recordó sobre sus inicios en el periodismo en la década del 90 en La Plata. "Dormía, me levantaba, me planchaba la camisa y me iba de nuevo al diario. Ser empleado de un diario es lo más cerca de la esclavitud", sostuvo de manera contundente.