En la primera edición de MasterChef Celebrity surgió una historia de amor que sorprendió a todos: Vicky Xipolitakis comenzó a tirarle onda a Germán Martitegui cuando él le daba sus devoluciones, y el público se prendió rápidamente en la 'novela' dentro del certamen de cocina.
Y a pesar de que ella era la que mayormente le declaraba su amor al chef, en varias ocasiones él también hizo comentarios sugestivos que divirtieron a todos los televidentes. Aun así, tras terminar el certamen que ganó Claudia Villafañe, el cocinero dejó en claro que no quería nada más con la mediática.
Al menos, así parecía hasta ahora. Este viernes fue el cumpleaños de Donato de Santis y ambos estuvieron invitados. Y en unas fotos que compartió la Negra Vernaci, se los vio a los abrazos y muy afectuosos.
"Aprovechando los anticuerpos al máximo", escribió la locutora en su cuenta de Instagram, dejando ver las imágenes, en las que también estaban Damián Betular, Claudia Villafañe y Humberto Tortonese. La publicación fue borrada poco después, pero la periodista volvió a subirla y explicó: "Tuve que postear todo de nuevo porque se me borró tratando de ver por qué no me aparecen los comentarios (que no desactivé) Grupete hermoso".
Germán Martitegui habló sobre la experiencia mística que le cambió la vida
Germán Martitegui reveló cómo decidió dedicarse a la cocina. El reconocido chef y actual integrante del jurado de MasterChef Celebrity contó que, en su momento, tuvo que tomar una importante decisión que terminó definiendo su camino.
Martitegui participó de Minuto para ganar (Telefe) y respondió algunas preguntas que le hizo Marley. El cocinero terminó contando cómo fue que comenzó su interés por la gastronomía: “Cocinaba para todos los cumpleaños de mis primos, hacía tortas y profiteroles desde los 12 años, pero estudié Relaciones Internacionales y en algún momento empecé a estudiar Cocina con Beatriz Chomnalez y me dije: ‘Esto es lo mío’”.
Pero lo cierto es que Martitegui contó que tuvo una experiencia mística que lo hizo tomar definitivamente la decisión de su vida. En ese entonces, en un mismo día recibió dos propuestas laborales muy distintas entre sí: una para trabajar en un hotel en Bariloche como cocinero y otra para trabajar en el Banco de Boston, en Comercio Exterior.
En aquel momento, él no contaba con el apoyo de su familia para estudiar cocina. "Ser chef no estaba tan bien visto como ahora”, reconoció. Todo se volvió mas complicado cuando Martitegui supo que lo habían aceptado en ambos trabajos. Allí llegó el momento de la decisión. Sin haber podido pegar un ojo en toda la noche, Martitegui fue decidido, impulsado por su propia intuición y se inclinó por el mundo gastronómico.
“Decidí muy tranquilo: sabía que era para toda mi vida. Después seguí viajando, porque se hacían pasantías, y anduve por todo el mundo”, concluyó diciendo Martitegui.