Antonio Tarragó Ros sorprendió a propios y extraños. El reconocido músico de chamamé tuvo palabras que causaron un dejo de tristeza en sus fanáticos, puesto que las mismas se trataron sobre su "muerte" y sobre cuál es la forma en la que prefiere partir de este mundo.
En diálogo con Radio Rivadavia, Antonio Tarragó Ros aseguró: "Si pudiese elegir el momento y lugar de mi muerte, quisiera morir en un escenario". A su vez, el músico recordó su infancia y cómo se vinculó con la música gracias a la influencia de su papá y de su abuelo.
“Mi papá era nieto de catalanes, mi abuelo tenía barraca, tenía campo. Él se enamoró del chamamé en la barraca porque venían a traer los cueros de las estancias con carretones. Entonces hacían campamento y se quedaban allí. Entonces tocaban el acordeón, tocaban la armónica y papá se enamoró de eso", aseguró Antonio Tarragó Ros.
Continuando con su relato, Antonio Tarragó Ros culminó con la explicación de sus inicios en la carrera que tantas satisfacciones le dio: "Mi papá era un bicho raro porque un tipo de una familia pudiente y muy intelectual que abrazara el chamamé y dejara todas las comodidades por vivir en una casilla muy modesta, persiguiendo su sueño. El día que lo vi, enseguida entendí que este era mi camino”.
Murió a los 70 años el chamamecero gaúcho Luiz Carlos Borges
El cantante, acordenonista y compositor brasileño Luiz Carlos Borges, reconocido por haber popularizado el chamamé en su Río Grande de Sul natal, murió a los 70 años en ese estado, por causas que no fueron informadas. La noticia de su fallecimiento fue dada a conocer por su colega y amigo, el cantautor chaqueño Lucas Segovia, según publicaron medios periodísticos provinciales.
A lo largo de su trayectoria, Borges compartió escenarios con Víctor Heredia y Antonio Tarragó, además de haber acompañado a Mercedes Sosa en su última gira internacional. También grabó un disco del que participaron figuras argentinas como la propia Negra Sosa, Juan Falú, Teresa Parodi, Raúl Carnota, Liliana Herrero, Omar Moreno Palacios y Rudi y Niní Flores.
Sin embargo, el gran legado de este artista es haber sido el principal responsable de la expansión del chamamé en Brasil. La pasión por la música característica del litoral argentino le fue inculcada desde niño por su padre Vergelino Borges, quien trabajaba en un establecimiento rural. Aficionado a las radios argentinas y amante del mate, Borges se vinculó definitivamente con el chamamé cuando en 1966 viajó hacia la correntina localidad de Santo Tomé para asistir a un festival en el que participaban Tránsito Cocomarola, Antonio Tarragó y Ernesto Montiel, entre otros.