Antonio López, el salteño de 19 años que conquistó con sus sabores los paladares de Donato de Santis, Germán Martitegui y Damián Betular, se convirtió en uno de los participantes más queridos de la tercera temporada de MasterChef (Telefe), al punto que tras quedar eliminado del reality logró un buen séquito de fans que siguen sus avances en la gastronomía a través de sus publicaciones en redes sociales. Y en las últimas horas, el joven subió una nostálgica historia que encendió la alarma en algunos usuarios.
A través de su cuenta oficial de Instagram, Antonio le dedicó unas palabras a su ahijada Ema y conmovió a sus seguidores. "Extrañando a mi pequeña Ema, mi primer ahijada", escribió junto a un video donde se lo ve junto a la niña. En otra historia, Antonio mostró una foto de Ema enojada y reveló que "es muy llorona".
"Pero la amo mucho", agregó el salteño en otra publicación. "Mi familia ya es grande, mi mamá es grande, mi abuela es grande, y lo único que quiero hacer por ellos es darle salud, que tengan salud. Si gano, no me quedo con nada del dinero", había revelado Antonio al principio de su paso por MasterChef, conmoviendo a Wanda Nara y al jurado.
En su presentación en el reality, Antonio había contado algunos detalles sobre su historia personal. “Es la primera vez que me voy tan lejos de casa, y mi familia estaba un poco asustada”, confesó el joven, quien se instaló temporalmente en Buenos Aires. Más allá de esto, su familia lo impulsó a perseguir su objetivo. “Ellos me apoyaron en todo momento, me dijeron que venga a cumplir mi sueño. Todo lo que hago es para ella, para hacerla sentir orgullosa. Quiero representar bien a mi pueblo”, agregó. Donato de Santis lo felicitó por su preparación y le dijo: "Este plato habla de vos, de esta tierra. Es un sí". "Vos tenés pasión", le dijo Damián Betular, mientras Germán Martitegui le entregó el delantal blanco.
Rodolfo reveló que hará con el premio de MasterChef
Tras ganarle a Estefanía en la final de la competencia, Rodolfo Vera Calderón fue entrevistado por TN y cuando le preguntaron qué haría con el dinero del premio, respondió que su sueño es abrir su propio negocio de gastronomía y recorrer el mundo. "Me encantaría poner una pastelería en Buenos Aires y viajar mucho", indicó el mexicano apodado como "Rudy" en el certamen. Además de los 10 millones de pesos, el ganador de MasterChef se llevó un kit de electrodomésticos y una beca en un instituto de gastronomía.