Grego Rosello abrió su corazón y admitió que el 2019 fue un año de muchas complicaciones para él, al punto que tuvo que aumentar sus sesiones con la psicóloga y comenzar a ir al psiquiatra. El influencer tuvo su boom en 2017, con teatros llenos y más de un millón de seguidores en las redes sociales. Pero dos años más tarde, su entusiasmo se había desvanecido y quedó hundido en una profunda tristeza.
"Venía de un Gran Rex en el 2016, de otro en el 2017 y de un 2018 de viajar por el mundo y estar en esta cosa de las redes de pegar el video de medio palo y estar en boca de todos. Y, de repente, sentir que quizá no tanto. Me veía desganado”, empezó diciendo el humorista en diálogo con Tomás Dente para Vino para vos (KZO).
Según contó Rosello, no había un motivo puntual de su tristeza, pero hizo foco en un accidente de tránsito que tuvo en ese momento. "Ahora lo cuento en el show riéndome, pero nunca lo conté en serio, donde me pegué un susto bárbaro. Mi psicóloga me pidió aumentar las sesiones. Y estuve seis meses yendo al psiquiatra. Estaba mal”, admitió.
Pero su sensación de poca satisfacción le hacía daño: "Tenía mi departamento, tenía el auto que yo quería y tenía el trabajo que me gustaba, igual había algo que no (estaba bien)".
La frustración iba en aumento. Rosello no podía identificar el por qué de su problema. "Nunca había entendido la magnitud de cómo te puede jugar para atrás el bocho. Aunque te esté yendo todo bien. Eso de estar triste por estar triste. Yo estaba triste y no sabía por qué. Y me partía”, reveló entre lágrimas.
Al principio le costó identificar que necesitaba ayuda por su depresión. Un día, su psicóloga le sugirió que pidiera turno con un psiquiatra. “Da un poco de vergüenza. Es más, me acuerdo que cuando mi psicóloga me dijo: ‘Che, por las dudas, no querés ir a ver (a un psiquiatra)’. ¡Me enojé! Dije: ‘¿Piensa que estoy loco esta mina?’ Si yo vengo acá y hago terapia hace cinco años, laburo, me preocupo por el bienestar emocional de mis familiares...¿Yo? Sentía que había un montón de cosas externas que a mí me estaban jodiendo”, admitió.
Pero Rosello pudo dejar sus prejuicios de lado y hoy reconoce que la ayuda de un profesional en estos momentos es fundamental. Fueron cuatro o cinco meses de terapia y psiquiatra, y logró recuperarse y volver a disfrutar su vida. “Fui a ver a un muchacho que es un crack, al que le tengo mucho aprecio. Tenía miedo de que me diera medicación, pero no llegaron a medicarme ni nada. Y hoy pienso que, si lo hubiera tenido que hacer por algún motivo (tomar medicación), no hubiera tenido drama tampoco”, afirmó el influencer, muy emocionado por lo que estaba contando públicamente.