Gerardo Romano acusó a los medios de no hablar del trato que recibieron los jubilados en el vacunatorio porteño y Fabián Doman le salió al cruce, notablemente enojado: "Le faltás el respeto al programa". Las tremendas imágenes del vacunatorio para adultos mayores improvisado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en el Luna Park y las declaraciones de Beatriz Sarlo fueron dos de los principales temas de la semana.
Siempre que Gerardo Romano habla en los medios deja declaraciones polémicas y su paso de ayer por Intratables no fue la excepción. Invitado por el programa de América TV, el actor se mostró muy enojado por la gravedad de lo que vivieron las personas mayores de 80 años que se acercaron al Luna Park y no fueron cuidados por el gobierno porteño. "Era lastimoso ver a los viejos con andadores, los que eran asistidos y los que estaban solos... yendo a buscar el salvoconducto para no morir y encontrarse con las condiciones favorables para morir", expresó Romano.
"La distancia social rota, el sol partiéndole las cabezas a todos los viejos, ni una puta silla y ni un puto diario reflejando, ni ustedes tampoco, nadie...", fue la declaración de Romano que desencajó a Fabián Doman. El conductor de Intratables rápidamente interrumpió al actor y le aclaró que el ciclo de América TV le había dedicado "media hora al tema". "Si vas a acusar, Gerardo, seamos concretos", siguió un ofuscado Doman.
"Leíste cosas que son inexactas y le faltás el respeto al programa", sumó el conductor ante Romano, que admitió no haber visto la emisión del martes del ciclo en la que se habló del tema. Doman prosiguió aclarando que no le gustaban "esas actitudes" pero que hecha la aclaración pertinente podían continuar con la entrevista. El actor aseguró que el tema había quedado aclarado y sumó que para él eso era lo grave y no las declaraciones "prejuiciosas" de Beatriz Sarlo.
La discusión había comenzado porque desde el ciclo de América TV le consultaron a Romano por el escándalo protagonizado por la escritora en el que la invitaron a vacunarse como figura pública y que ella calificó tal gesto como un ofrecimiento "por debajo de la mesa". Sarlo se arrepintió luego por haber utilizado ese término pero la polémica ya había quedado instalada. Romano aseguró que el "affaire de Sarlo" no tenía ninguna relevancia por su "posición prejuiciosa" y su "mala intención".